Documentos judiciales del caso de diez personas muertas en el interior de un camión en Texas, detallaron el lunes que las personas que iban dentro se turnaban para poder respirar a través de un hoyo en la pared y que dieron golpes a la estructura para llamar la atención del conductor.

Los pasajeros dijeron que la primera hora del trayecto entre frontera de México y San Antonio, iban bien, pero luego comenzaron a tener dificultades para respirar.

Las autoridades acusaron este lunes al conductor del camión por la muerte de los inmigrantes. Los fiscales presentaron cargos contra James Matthew Bradley Jr., de 60 años, por transportar a las personas para obtener ganancias comerciales o financieras resultantes en la muerte de personas.

Las autoridades descubrieron el domingo ocho cadáveres dentro del camión de 18 neumáticos aparcado a pleno sol. Dos personas más fallecieron en el hospital, una de ellas hoy. Las autoridades dijeron que la cifra de ví­ctimas podí­a aumentar porque otros 20 rescatados están en malas condiciones fí­sicas, muchas de ellas con deshidratación extrema y sí­ntomas de insolación.

Bradley dijo a las autoridades que el camión habí­a sido vendido y que lo estaba trasladando de Iowa a Brownsville, Texas y que desconocí­a que hubiera personas dentro hasta que se estacionó y salió a orinar.

Después de escuchar los gritos y los golpes, abrió la puerta y se "sorprendió cuando vio correr a personas 'hispanas' y cayó al piso", de acuerdo con la queja.

Bradley dijo a los investigadores que sabí­a que el sistema de refrigeración del camión no funcionaba y que los cuatro hoyos de ventilación posiblemente estaban tapados. Dijo que tampoco llamó al 911 a pesar de que vio que habí­a varias personas muertas.