Hace un año, el presidente de Nintendo en EE.UU., Reggie Fils-Aime, lamentaba públicamente el hecho que los fanáticos no hayan entendido el concepto tras Wii U, consola sucesora de Wii que a pesar de tener un buen catálogo de juegos, no consiguió repetir el éxito ni en ventas ni menos en los desarrolladores, que le dieron la espalda.

Sus declaraciones, casi una lápida para la incomprendida consola, resultaron ser sólo el primer atisbo de una era que ya resultaba compleja debido al fallecimiento del icónico Satoru Iwata y que intentaba repuntar con una estrategia que apuntaba a públicos distintos: el lanzamiento de juegos como Miitomo, Fire Emblem Heroes y Super Mario Run como los primeros de la historia de la empresa en llegar a dispositivos móviles; la salida de Nintendo Classic Mini y la ya anunciada Super Nintendo Mini como una forma de retomar el espíritu retro; y el anuncio de Nintendo NX, bautizado tras su lanzamiento en marzo pasado como Nintendo Switch.

Es en este nuevo escenario donde a sólo cuatro meses del lanzamiento de la consola, las cifras parecen reflejar lo acertado de estas apuestas. En mayo, Nintendo anunció que NES Mini había vendido 2,3 millones de unidades, Super Mario Run obtuvo 150 millones de descargas (aunque sólo un 10% pagó para desbloquear el juego completo) y el éxito mundial de Pokémon Go ha ayudado a revalorizar las acciones de la empresa. Esto se suma a los resultados económicos para el segundo trimestre de este año (abril a junio), donde Switch claramente se encumbra como un éxito, y eso sin considerar los próximos lanzamientos de Super Nintendo Mini en septiembre y Super Mario Odyssey en octubre.

Así, vemos que la nueva consola ha vendido en total 4,7 millones de unidades, desglosados en 1,97 millones entre abril y junio, que se suman a los 2,73 millones entre el 3 y el 31 de marzo. Por el lado del software, durante el trimestre se vendieron 8,14 millones de juegos, sumando en total 13,6 millones.

En detalle, el título más vendido en el período fue Mario Kart 8 Deluxe con 3,54 millones de copias, seguido de ARMS con 1,18 millones (cifra que aumentará porque fue lanzado dos semanas antes del cierre de los cálculos). Aún así, el más vendido en su totalidad es The Legend of Zelda: Breath of the Wild con 3,92 millones de unidades, siendo 1,16 millones de unidades perteneciente al período registrado por los resultados. Sólo estos tres juegos representan el 72% de los títulos vendidos para la consola.

En cuanto a las finanzas, en el mismo período Nintendo logró 1.370 millones de dólares en ingresos, 149% más que el anterior. Además, los beneficios alcanzaron los 189 millones de dólares, bastante más que las pérdidas registradas en el trimestre de 2016, con 218 millones de dólares.

En el segmento de móviles, Super Mario Run y Fire Emblem Heroes alcanzaron 811 millones de dólares, mientras que Pokémon Go, donde la empresa tiene un pequeño porcentaje de beneficios, arrojó casi 300 millones de dólares para la compañía.

Finalmente, el único punto menos positivo tiene que ver con el juego 1-2 Switch, incluido gratuitamente en la consola Switch, y que vendió sólo 1,22 millones de copias, con críticas regulares sobre su desempeño.

Fuente: Nintendo