Apenas habían pasado cuatro minutos, y Argentina ya se ponía en ventaja ante Estados Unidos, en las semifinales de la Copa América Centenario. El autor de la conquista fue Ezequiel Lavezzi, quien festejó eufóricamente y corrió hacia las cámaras, tal como lo hiciera Diego Armando Maradona en el Mundial de 1994.

Curiosamente, ayer se cumplían 22 años desde aquel festejo del 10. Esa tarde el astro anotó con un zurdazo en el 4-0 sobre Grecia. Sin embargo, luego de ese encuentro, al astro se le descubriría un dopaje y quedaría marginado del torneo.

Al igual que Maradona, el Pocho caería en desgracia, pues debió abandonar la cancha después de que sufriera una luxación en el codo tras golpearse con un letrero estático de publicidad. Como consecuencia, el ex jugador del PSG se perderá la final de la Copa.