En Internet circula un extraño mapa. Se trata de un compendio de las muertes perpetradas por algún personaje de Liam Neeson desde Rob Roy (1995), sin contar Búsqueda implacable 3, la cinta que debuta mañana en cines locales. Si bien el actor oriundo de Irlanda del Norte no siempre ha sido un santo en pantalla -"mató" a 20 personas en La amenaza fantasma (1999)-, no fue hasta diez años más tarde que la primera parte de Búsqueda implacable hizo que la cuenta se abultara, con nada menos que 31 enfrentamientos fatales. Pero más allá de los balazos, esa cinta marca un antes y un después en su carrera.

Porque fue con ese trabajo -en el que Neeson interpreta a Bryan Mills, ex agente de la CIA que debe enfrentarse a un cartel de trata de blancas que ha secuestrado a su hija-, que el actor se convirtió en un héroe de acción capaz de convencer al público de ir en masa a las salas. Con una inversión de US$ 25 millones, recaudó US$ 226 millones alrededor del mundo. El resultado de este éxito fue el nacimiento de una franquicia que en su segunda entrega, en 2012, consiguió US$ 376 millones y que ahora -en la cinta donde se le acusa falsamente de haber asesinado a su ex esposa-, ya acumula US$208 millones.

En cuanto a cómo la violencia en el cine puede influenciar la vida real, Neeson asegura que no existe una relación directa: "Que un personaje como Bryan salga con pistolas y tome venganza, es fantasía", contó a Gulf News, para luego agregar: "Creo que puede liberar el estrés, pero no significa que todos vayan a salir y decir: '¡Sí, compremos una pistola!'.

Más que un ex CIA

Eso sí, esta trilogía fue una suerte de relanzamiento en la carrera de un hombre que anteriormente era conocido por su afición por llevar al cine a personajes históricos, como Michael Collins, Alfred Kinsey, Oskar Schindler y el mismo Rob Roy. Porque Neeson no se ha limitado a interpretar al agente Mills. Como ejemplo, en 2010 apareció en Los magníficos, el año pasado protagonizó Non-Stop: Sin escalas (otro hit del género), y el 16 de abril llega con Run all night, donde encarna a un ex sicario que debe lidiar con su ex jefe. De todos modos, no ha dejado de lado otros géneros. EN 2016 estrena el drama histórico Silence, que lo reúne nuevamente con Martin Scorsese.