Lo primero que dijo Esteban Paredes tras la decisión de Jorge Sampaoli de sacarlo de la Selección el pasado 17 de mayo, junto a Gustavo Canales y Enzo Andía, es que al técnico no le gustaban los centrodelanteros. Y que era muy probable que Mauricio Pinilla también terminara fuera de la lista final.

Días después de dicha declaración, Paredes volvió a ingresar a Pinto Durán tras la salida por lesión de Pablo Hernández. La intención del goleador no es otra que la de convencer a Sampaoli que sí son necesarios los referentes de área, más allá de que por ahora los únicos delanteros considerados titulares son Eduardo Vargas y Alexis Sánchez.

Más allá de las declaraciones, hubo dos factores que actuaron en favor del delantero de Colo Colo. Uno tuvo que ver con la obligación de Sampaoli de sólo utilizar en esta fase de preparación a futbolistas que hubiesen aparecido en la nómina de 30 jugadores que se entregó el 13 de mayo.

Y la segunda, que tiene relación con la anterior, apunta a las vacaciones que disfruta actualmente Gustavo Canales, el otro delantero al que pudo recurrir el técnico. Enfrentado a la encrucijada de reemplazar a Hernández, Sampaoli valoró el hecho de que Paredes continuó realizando el plan de trabajo que le entregó el cuerpo técnico después de salir de la concentración el pasado 17 de mayo. Situación que el ariete de Unión Española no cumplió, amén de que algunas voces sugieren que al momento de salir de Juan Pinto Durán, no se mostró muy contento con el cuerpo técnico.

Así, Paredes volvió a la Roja con el deseo de disputar un segundo Mundial y, de paso, convencer a Sampaoli que la decisión de sacarlo anticipadamente fue un error.