En Tomé, 29 kilómetros al norte de Concepción por la costa, vive un hombre diabético. Jorge es empleado forestal, depende de sus inyecciones de insulina y la mala suerte quiere que el matón del barrio se la robe, en un atraco callejero. Ante esto, su hijo busca recuperar el medicamento, pero recibe un balazo de respuesta. Al victimario le dan una irrisoria pena de cárcel y cuando sale, intimida noche y día a Jorge y su familia.

Aquel es el primer acto de Matar a un hombre, la película de Alejandro Fernández Almendras, quien ganó el Gran Premio del Jurado mención Drama World Cinema en el Festival de Sundance 2014. La cinta crece a medida que sube la sed de venganza de Jorge: ante las amenazas del delincuente, el padre de familia responderá con un planificado asesinato. No tolera más a este residuo del lumpen local y quiere hacer lo que los juzgados no supieron hacer.

Este dramático y elogiado filme es uno de los que animará la competencia internacional del Festival de Valdivia, que se realizará entre el 7 y 13 de octubre. Hasta el momento, Matar a un hombre ha sido un singular éxito en festivales, entre ellos, el de Rotterdam, donde obtuvo el Premio de la Crítica, y el de Friburgo (Suiza) que le entregó el Premio Especial del Jurado y el Premio Don Quijote. Protagonizado por Daniel Candia, como Jorge, y Daniel Antivilo, como el maleante Kalule, la cinta también reclutó a los actores Alejandra Yáñez en el rol de la esposa de Jorge y Ariel Mateluna (Machuca) como su hijo Jorgito.

La buena acogida extranjera de la tercera cinta de Fernández Almendras, tras Huacho y Sentados frente al fuego, significará que incluso el 1 de octubre se estrene comercialmente en Francia, antes que en Chile. No es un dato nuevo, en todo caso: sus largometrajes anteriores también llegaron antes a las salas de ese país.

"Uno de los logros de la edición del Festival de Valdivia 2014 es el estreno de esta película. Pero también tendremos el debut de Mar, la nueva obra de Dominga Sotomayor, que antes compitió acá, con De jueves a domingo", dice Raúl Camargo, el nuevo director del encuentro austral. Camargo sucede en el cargo a Bruno Bettati y antes ofició de programador y luego, delegado artístico de Valdivia.

El segundo largometraje de Dominga Sotomayor es un trabajo bastante libre rodado este verano en Villa Gesell, localidad costera cercana a Buenos Aires. Comparte con Matar un hombre el paisaje al borde del mar, aunque en este caso al otro lado del continente. "La película salió de la nada. Conocí al actor argentino Lisandro Rodríguez (protagonista de cintas de Santiago Loza), me interesaban sus trabajos, a él le había gustado De jueves a domingo y me dijo que hiciéramos algo. Y así salió esta historia de una pareja que se va un fin de semana, en el auto prestado de la mamá de él, a la costa. Luego llega la madre y cambian las cosas", dice Dominga Sotomayor. "Es una película de sensaciones, muy frágil, donde el entorno natural juega un rol relevante", agrega.

La influencia de las circunstancias naturales determinó, por ejemplo, un cambio en el guión de la historia. "En la mitad del rodaje ocurrió la caída de un rayo en Villa Gesell. Mató a cuatro personas. Fue una tragedia. Obviamente, nuestra película, que tiene un guión que fuimos armando en el momento, tuvo que cambiar su historia", dice la directora.