Señor director:

Eduardo Engel, en Reportajes del domingo, indica que es necesario "dotar al Congreso de los recursos humanos para hacer un contrapeso efectivo frente a las Fuerzas Armadas en materia de gasto". En efecto, los recursos fiscales para las FF.AA. son cuantiosos. En 2017 superaría los US$ 4.000 millones, con un excedente de US$ 5.258 millones (Ley del Cobre). Cuando el ministro de Defensa se pregunta "para qué gastamos recursos en armas cuando hay otras necesidades más urgentes", no solo el Congreso sino todos los ciudadanos debemos dar una respuesta sensata.

El ministro opina que esos recursos pueden aprovecharse usando a las Fuerzas Aramdas en otras actividades (cambio climático, calentamiento global, incendios, operativos sociales y de salud). Así las instituciones armadas podrían "fortalecer su relación con otros organismos del Estado".

¿No sería más razonable fortalecer directamente a los organismos del Estado especializados en enfrentar el cambio climático, las emergencias y catástrofes, los problemas sociales y de salud, en vez de utilizar a las FF.AA.? Aun cuando existen importantes recursos destinados a Defensa -sin haber aprobado el Congreso una estrategia de Defensa que los justifique-, se necesitaría aumentar aún más su presupuesto para cumplir esas tareas no profesionales.

Felipe Agüero Piwonka

Claudio Fuentes Saavedra

Augusto Varas Fernández