Un estudio de este medio dio cuenta del total de recursos que reciben las universidades que están adscritas al sistema de gratuidad universitaria. Entre algunos causó sorpresa que la Universidad Autónoma (UA) fuera la que consiguiera más recursos. Sin embargo, lo anterior no hace más que reflejar las preferencias de los estudiantes y de los propios planteles y, por ende, no corresponde la reacción que tuvieron rectores de las universidades pertenecientes al Consejo de Rectores, quienes acusaron de "desregulación" y "distorsiones".

Si se está a favor de la libre elección, el hecho de que los estudiantes elijan la UA no puede ser reprochable. Ellos tendrán razones suficientes para haber optado por dicha institución y de hecho lo han hecho masivamente. La UA recibe más recursos debido a que es la institución que concentra al mayor número de alumnos beneficiados -con más de 13 mil-, un 37% mayor que el número de beneficiarios que la Universidad de Chile (UCh), que ocupa el segundo lugar en la lista.

Por otro lado, dichos estudiantes difícilmente hubiesen sido admitidos en la UCh, institución que ha optado por ser altamente selectiva, lo que ha limitado su crecimiento en cuanto a matrícula y en atraer a alumnos de sectores menos acomodados. Ello es una opción legítima, pero que inevitablemente deja fuera a un número importante de alumnos.

Estos resultados son reflejo de un sistema que, pese a sus dificultades, logra que convivan proyectos educativos autónomos y diversos que son valiosos para satisfacer las diferentes demandas de los estudiantes.