Mientras Argentina se prepara para convertirse en líder mundial en la producción de litio, y para hacerlo convoca a la chilena SQM, cuyos proyectos de inversión en el área superan los US$ 1.000 millones, en Chile se mantienen las indefiniciones políticas que impiden su desarrollo. Como el litio es un mineral "no concesionable" por considerarse estratégico, solo el Estado puede producirlo. En este contexto, el conflicto que mantiene abierto Corfo con SQM -principal productor de litio- genera un enorme obstáculo para mantener a nuestro país con liderazgo en el sector. El litigio que se arrastra por más de tres años puede seguir extendiéndose y poner en riesgo proyectos de inversión y, más preocupante, desplazar a Chile como atractivo en esta área.

Pese a que el vicepresidente de Corfo se muestra "dispuesto a un avenimiento" con la minera no metálica, las condiciones que plantea exceden completamente sus atribuciones. Una de ellas es forzar un cambio en el gobierno corporativo que aleje del controlador al accionista principal, Julio Ponce.

Es lamentable que el liderazgo del país en un área de alto potencial y el desarrollo de una industria que conlleva inversiones millonarias quede supeditado a decisiones discrecionales de la autoridad de turno, que parecen motivadas por diferencias más bien personales antes que por matices en la forma de rentabilizar el negocio. Es indispensable que el gobierno anteponga la necesidad de desarrollar proyectos de inversión de alto impacto a opiniones personales, sobre todo cuando ellas pretenden ejercer una intromisión indebida en la estructura de propiedad de una empresa.