Una etapa clave se cumplió esta semana para definir el futuro de SQM. El directorio de Oro Blanco analizó las ofertas vinculantes por el porcentaje que Julio Ponce Lerou tiene en Pampa Calichera, sociedad propietaria del 23% de SQM. De los resultados de estas propuestas dependerá quién gobernará los destinos de la minera no metálica.

Dos ofertas están en carrera. Ambas de inversionistas chinos; una de Tianqi. Las propuestas varían entre los US$ 2.000 millones y los US$ 2.500 millones. Además del monto, la diferencia entre ellas, explican allegados al negocio, radica en que una se hace cargo de las contingencias de la compañía, en especial del conflicto con Corfo (ver recuadro).

El proceso de venta será más bien largo, porque las ofertas que se recibieron están sujetas a muchas condiciones, lo cual hace imposible tomar una determinación a corto plazo. De hecho, cercanos a la operación señalan que el cierre del proceso podría tomar, al menos, de aquí a fin de año.

La velocidad con que avance la venta dependerá en gran medida de lo que diga el regulador, indican fuentes ligadas a la operación. Uno de los temas relevantes a despejar es si este proceso de venta gatilla una OPA (Oferta Pública de Acciones) por SQM, tesis que ha impulsado el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran. Si la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) determina que ese es el camino que corresponde, entonces, el potencial interesado en Pampa Calichera se vería enfrentado a un escenario más complejo, porque tendría que desembolsar un monto mucho mayor, cerca de US$ 10.000 millones, estiman cercanos al negocio.

“Esta es la primera hebra de una madeja compleja”, admite un cercano al proceso.

Ponce, a la distancia, mira con atención la trayectoria que está siguiendo el proceso. Los escenarios que baraja son varios. Uno de ellos, dicen en el entorno del empresario, es que si la oferta es tentadora, podría significar su salida definitiva de la compañía y, con ello, la posibilidad de que Corfo se siente a negociar para poner fin al arbitraje que mantiene con la minera.

Podría no ser así. “Uno puede querer vender un auto muy caro, pero si el mercado no lo paga, o lo vendes más barato y te conformas con lo que te dan, o sencillamente no lo vendes”, ha dicho Ponce a sus cercanos.

Lo que sí tiene claro es que con los recursos que obtenga continuará invirtiendo: “Rentista no soy”, suele repetir.

Entre caballos, libros y Netflix 

Hace un año, el 8 de septiembre de 2015, Julio Ponce dejó las oficinas que ocupaba en el piso 11 del edificio ubicado en calle El Trovador 4285. Ahí opera el cuartel general de Pampa Calichera, Oro Blanco y Norte Grande, las sociedades cascadas que le han permitido a Ponce tener el control de SQM. Ese día, el empresario anunció al mercado su salida de los directorios de dichas sociedades. Aunque los cambios partieron meses antes, en abril del mismo año, con su renuncia a la presidencia de SQM tras 28 años en ella. En este año sin Ponce, la acción de SQM ha tenido una buena performance: ha subido 58%.

No era la primera vez que Ponce se alejaba del quehacer de sus empresas. En 2000 lo hizo también cuando se trasladó, con su pareja de entonces, a vivir a Austria por tres años, donde pudo dedicarse a la que es su gran pasión, los caballos. Volvió a Chile cuando tuvo que defender el control de SQM ante la canadiense PCS, recuerdan cercanos al empresario.

Tras sus últimos movimientos, Ponce trasladó su centro de operaciones a su departamento en la comuna de Vitacura, donde vive solo. Su rutina casi no varía en la mañana. A eso de las 08:30 parte rumbo al Club de Polo, ubicado a unas cuadras del edificio donde habita. Ahí permanece hasta pasado mediodía, donde practica salto con el instructor Facundo Tagle, disciplina en la que compite en categoría amateur representando al Haras Siracusa, de su propiedad. Ha ido a competir a Argentina, cuentan, llegando a saltar entre 1,10 y 1,20 metros en su caballo Qualite. En Chile pasó todo enero y febrero concursando en distintos campeonatos a lo largo del país. Ese pasatiempo lo comparte con quien es su pareja hace más de una década, Margarita Tietzen.

“Vivo en vacaciones”, suele comentar Ponce en privado, relatan cercanos al empresario hincha de la U, que hace un par de meses sufrió la fractura del peroné al caer del caballo.

Con escasa vida social, en ocasiones lo han visto almorzando en el Miraolas y en el Carrousel. Por las tardes, el itinerario del empresario se reparte entre la lectura -está terminando el libro Elon Musk is the most daring entrepreneur of our time-, la práctica de la flauta traversa -con ella ha tocado en el matrimonio de sus dos hijas- y los capítulos de la serie The Bridge, en Netflix.

No se desliga de los mercados y permanentemente monitorea las noticias económicas globales y las cotizaciones internacionales del yodo, litio, potasio, fierro y oro.

También en su casa Ponce recibe a quienes lo visitan. Según ha comentado en privado, hasta su casa han llegado Marcelo Rozas, DC y ex director de revista Hoy; el abogado socialista Hernán Contreras (director de Norte Grande); el también abogado Darío Calderón; el ex ministro Osvaldo Puccio, y Patricio Contesse Fica, vicepresidente de las cascadas e hijo de Patricio Contesse González, ex gerente general de SQM. Además, cuentan cercanos, se ha juntado en un par de ocasiones con Roberto Guzmán Lyon, su estrecho asesor en SQM y las cascadas, multado por la SVS.

En el último año poco ha viajado fuera de Chile, comentan en su entorno. Miami ha sido uno de los destinos, donde fue a celebrar su cumpleaños número 70.

Visitas a Contesse y nexos con SQM

Si en un comienzo se pensó que las relaciones entre Ponce y Contesse González se habían trizado, ya que el ex gerente fue sindicado desde SQM como el culpable exclusivo de las irregularidades en  los aportes de la empresa a campañas políticas, en el círculo de Ponce aclaran que las relaciones entre ambos siguen intactas. “Los amigos son amigos para toda la vida. Una amistad de 30 años no se quiebra”, explica un cercano a Ponce.

El empresario y quien fuera el gerente general de SQM por 25 años se visitan a menudo en sus respectivos hogares. La última vez que se vieron, relatan cercanos, fue hace dos semanas. “Nunca hablan de trabajo ni de los temas pendientes en la empresa”, cuenta una persona que los conoce.

El ex ejecutivo demandó a SQM por más de $ 4 mil millones como indemnización, luego que el directorio por unanimidad decidiera despedirlo en marzo de 2015. Ponce ha sostenido que si bien nunca estuvo enterado de los pagos sin respaldo por US$ 11 millones que autorizó Contesse y que tampoco nunca los hubiera respaldado, también ha señalado que su amigo y ex ejecutivo tiene el derecho a exigir una indemnización por el término de su contrato.

El empresario no siempre está en Santiago. Los fines de semana viaja a Viña a ver a su madre Alicia Lerou Ballesteros, de 98 años. El año pasado murió su papá, Julio Ponce Zamora, a los 99. En la V Región coincide con sus hermanos Eugenio y Gustavo. Este tiempo fuera de las cascadas le ha permitido, también, estrechar las relaciones con sus hijos Julio, Alejandro, Francisca y Daniela y sus ocho nietos, ha reconocido el empresario a sus amigos.

El itinerario habitual de Ponce incorpora otros destinos. Un campo de 300 hectáreas cerca de Curacaví, donde desde hace 10 años ha estado plantando palmeras chilenas. Hoy tiene cerca de 4.000, dicen quienes han estado ahí. Otra escala frecuente para el empresario es su campo en Puyehue, cerca de Osorno. Además de animales, el ingeniero forestal tiene plantaciones de árboles nativos en peligro de extinción, principalmente, alerces.

Aunque en su entorno aseguran que mantiene absoluta distancia con la empresa y en su círculo más cercano se insiste en que sobre la venta de Pampa Calichera no ha tenido ninguna influencia -“ha puesto una muralla china con la empresa”, enfatizan-, otras fuentes consultadas descartan esa desvinculación total y entregan otra versión. Dicen que Ponce tiene dos vías por las cuales se mantiene permanentemente al tanto de la trayectoria de sus negocios. Patricio Contesse Fica es el nexo con las cascadas, y su hermano Eugenio Ponce con SQM, mencionan.

También ha mantenido contacto con Rafael Guilisasti, quien desde 2015 ocupa la presidencia de las sociedades cascadas. Se han reunido en tres oportunidades, dicen conocedores de esos encuentros, ocasiones en las que Guilisasti le informó del proceso de venta de Pampa Calichera.

En paralelo, mencionan fuentes consultadas, Ponce ha estado en contacto con sus abogados, encabezados por Jorge Bofill. El empresario, por el contrario, asegura mantenerse completamente alejado de la estrategia  legal que ha diseñado su defensa y ha sostenido que  no teme ir a la cárcel si lo formalizan por el caso cascadas.