La Antigua Basílica de Guadalupe, uno de los centros de peregrinación religiosa más importantes del mundo, conmemoró en mayo su tercer centenario, pese a la epidemia de gripe AH1N1 que azotó al país, especialmente a la capital mexicana, que obligó a suspender durante varios días la actividad en las calles y retrasó las actividades conmemorativas.

El santuario, cuya fama es comparable a la de Lourdes o la Meca, celebra su cumpleaños en pleno proceso de restauración y en coincidencia con su año jubilar. El aniversario contó con un mensaje del papa Benedicto XVI, misas masivas, la iluminación nocturna del templo y otras ceremonias festivas y rituales en la famosa basílica, también conocida como "Templo Expiatorio a Cristo Rey", ubicada en un cerro de Ciudad de México en el que se apareció la Virgen Morena.

ORIGEN
Según la tradición, la Virgen de Guadalupe, patrona de México, se apareció en cuatro ocasiones en 1531 al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac, cerca de donde antes había un templo a una diosa azteca y donde ahora se asienta la basílica, que recibe unos dieciocho millones de peregrinos al año. El hoy beato Juan Diego Cuauhtlatoatzin, que significa "Águila que habla" o "El que habla como águila", nació en torno al año 1474, en Cuauhtitlán, que pertenecía al reino de Texcoco, y murió en 1548.

Juan Diego, perteneciente a la etnia indígena de los chichimecas de Texcoco, había sido bautizado poco antes del episodio milagroso por los primeros misioneros franciscanos.

LEYENDA
La leyenda cuenta que el sábado 9 de diciembre de 1531, cuando Juan Diego se dirigía precisamente a misa, al pasar por las faldas del cerro de Tepeyac oyó unos cantos de extraordinaria belleza y divisó una nube blanca y un arco iris. Una voz femenina lo llamó por su nombre, por lo que trepó montaña arriba para encontrarse con una mujer muy hermosa que relucía de forma celestial.

Desde 1531, año de las apariciones, hasta la actualidad, cinco templos se han levantado en honor a la Virgen de Guadalupe en el Cerro de Tepeyac. El primero, la Ermita de Zumárraga, que se mandó construir el mismo año de 1531 y albergó la tilma con la imagen de la Virgen impresa. Debido al creciente culto a Guadalupe, el segundo obispo de México, Fray Alonso de Montufar (1553-1572), ordenó ampliar la ermita, que se decoró también con lámparas de plata y pasó a conocerse como Ermita de Montúfar. Sin embargo, el derrumbe pronto amenazó a esta segunda iglesia, a causa de la mala calidad de los materiales con que fue construida a finales del siglo XVI.

NUEVO TEMPLO
Por ello, el 10 de septiembre de 1600 se pone la primera piedra de un nuevo templo, bajo la dirección del arquitecto Damián de Ávila. En 1622, el arzobispo Juan Pérez de la Serna (1613-1625) lo consagra finalmente a la Virgen. Llamado "Templo del Cabildo de Catedral" o "Templo Artesonado" por el acabado de su techo, fue demolido a finales del siglo XVII ante la cercanía del lago Texcoco y la fragilidad del suelo.

El 25 de marzo de 1695 se puso la primera piedra de lo que primero se conocería como "El Santuario", después como "Colegiata de Guadalupe" (1749), luego "Basílica" (1904) y, desde el 5 de mayo de 2000, "Templo Expiatorio a Cristo Rey". "El Santuario", diseñado por el arquitecto Pedro de Arrieta, fue consagrado el 27 de abril de 1709, sus campanas se bendijeron el 29 del mismo mes, y la "Imagen de la Virgen en la tilma", de Juan Diego, se trasladó el 30 de abril, de tal forma que recibió sus primeros fieles el 1 de mayo del mismo año.

ANTIGUA BASILICA
Debido a daños estructurales que produjeron un desnivel de 3,80 metros y a la falta de espacio para recibir a los peregrinos, el 12 de octubre de 1976 la Antigua Basílica cerró sus puertas, trasladándose tras 267 años la imagen de "La Morenita de Tepeyac" a una nueva edificación.

Esta se comenzó a construir en 1974, tiene forma circular en imitación del manto de la Virgen y capacidad para albergar 12.000 fieles en su interior. En cuanto a la antigua Basílica, en 1978 se comenzaron los trabajos estructurales de renivelación y, aunque el 5 de mayo de 2000, en el marco del Encuentro Mundial de Sacerdotes, se reabrió bajo la denominación de Templo Expiatorio a Cristo Rey, de la Arquidiócesis de México, en 2005 se iniciaron nuevas obras que cubrieron todo su interior con planchas de cemento y andamiajes.

Aunque las obras no han concluido, la Antigua Basílica celebra su 300 cumpleaños por todo lo alto con un "Año Jubilar para el Templo Expiatorio a Cristo Rey", que durará del 1 de mayo de 2009, día exacto del aniversario, al 1 de mayo de 2010. Los peregrinos podrán ganar la Indulgencia Plenaria al visitar la Antigua Basílica.

Además, varias celebraciones eucarísticas especiales, con sacerdotes de otros países y misas jubilares, además de varios actos culturales como una obra de teatro, nueve conciertos y nueve conferencias magistrales, han amenizado el aniversario.