Señor director:

En la edición del 30 de abril pasado fue publicada bajo el seudónimo de El Contribuyente una columna titulada: "Un Puñado de Traidores", en la que en parte de sus contenidos fui aludido con calificaciones subjetivas y que a mi entender, adolecen de veracidad, apartándose del espíritu que me ha animado para responder a la opinión pública con total transparencia respecto a los hechos tal como sucedieron.

Quisiera recordar que el Ejército, una vez detectado el ilícito con sus propios procedimientos de control, inició de manera inmediata un sumario interno e hizo las denuncias correspondientes a la justicia. Los involucrados se encuentran hasta hoy procesados, por lo que jamás estuvo la opción de "dar vuelta la página", como se señala en la columna en cuestión.

Poco tiempo después, concurrí a la Comisión Especial Investigadora de la Cámara de Diputados conformada para el caso que afectaba al Ejército, oportunidad en la cual junto con dar respuesta a los requerimientos formulados, di pormenorizada cuenta de una serie de medidas concretas que la Institución ya había adoptado, a fin de evitar que una situación similar se repita a futuro, tal como la inédita asesoría requerida a una empresa especializada, que se abocó a auditar los procesos asociados a la Ley N° 13.196.

Recientemente, expuse ante la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, de motu proprio, el nivel de cumplimiento de las recomendaciones contenidas en el informe final de la instancia constituida en su oportunidad para tales efectos, iniciativa que fue amplia y públicamente valorada por los parlamentarios integrantes de esa corporación. En consecuencia, la opción de "tomar un par de medidas", tampoco estuvo nunca presente.

El detalle de lo anteriormente expresado, ha sido debidamente consignado y difundido en los correspondientes Reportes de Gestión Institucional que la Institución anualmente realiza con la finalidad de acercar su quehacer a cada uno de los habitantes de nuestro país.

Por un mínimo de sentido de justicia, quisiera reiterarle que el fraude del cual fue víctima la institución a mi mando, fue perpetrado por un grupo reducido de miembros de su dotación, que en ningún caso podría empañar el desempeño habitual y correcto de los más de 40.000 hombres y mujeres que lo componen.

Desearía asegurarle que esta situación no es un tema que solo preocupa -y repudia- al Comandante en Jefe del Ejército, es un hecho que resulta inaceptable para todos y cada uno de los integrantes del Ejército de Chile.

La historia se construye a través de aciertos y errores, pero este tipo de situaciones pueden representar una oportunidad para continuar mejorando, y de esta forma seguir brindando a los chilenos seguridad y paz, junto con entregar todo el apoyo que sea necesario, cuando el país lo requiera.

Humberto Oviedo Arriagada

General de Ejército

Comandante en Jefe