En la Copa Argentina se dio un curioso enfrentamiento, entre River y el mítico Atlas (3-0), club de la última división trasandina y del que Fox Sports transmitió algunas temporadas. Uno de sus jugadores más emblemáticos, Wison Severino, goleador histórico de la institución, tuvo su despedida contra el Millonario.
En la previa, el delantero se había declarado como hincha fanático del ex equipo de Marcelo Salas. Y al ingresar, en el minuto 87, lo demostró. Al momento de pararse al lado del cuarto árbitro empezó a llorar. Abrazó a su técnico, César Rodríguez. Lo primero que hizo al pisar la cancha fue abrazar a su ídolo, Leonardo Ponzio.
Una vez terminado el encuentro, el defensor Jonatan Maidana le regaló su polera. Severino no pudo hacer lo propio, pues, debido a la precaria situación económica del club, se la rebajarían del sueldo.
Tras el partido, seguía llorando. Habló al borde de la cancha y abrazó al periodista de la transmisión oficial. "Soy feliz, amigo. Esto es para mi familia y mis amigos del barrio", afirmó el delantero.
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