Era el tiempo en que los automóviles eran un lujo, cuando el país aún no soñaba con tener Metro y las distancias eran eternas en ciudades empolvadas. Por eso, el gobierno debió tomar el rol que no asumían los privados para asistir a la población a partir de 1953: crear la Empresa de Transportes Colectivos del Estado, con tarifas populares, lo que es mostrado en un libro fotográfico que publicará Ediciones Universidad Alberto Hurtado. A través de un recorrido en imágenes, las más antiguas de los años 40, se puede apreciar el nacimiento de los tranvías, los ascensores, ecológicos troles y microbuses que circularon no tan solo en Santiago, sino que en Antofagasta, Valparaíso y Concepción. En las fotografías -la mayoría donadas por las familias de los trabajadores- se pueden ver desde las protestas por el aumento del precio del pasaje (la "Revuelta de la chaucha"), hasta la importación masiva de buses para la población durante la Unidad Popular. "El sistema, que fue eliminado, cumplía un rol social: iban donde las empresas particulares no llegaban, a poblaciones alejadas", cuenta el historiador Simón Castillo, uno de los autores del proyecto y parte del colectivo Micrópolis, que investiga la historia de las urbes chilenas.