El cónclave de Michelle Bachelet en las Termas de Jahuel, a fines de enero, fue la primera actividad financiada por un ítem especial de la Ley de Presupuestos que cubre eventos del traspaso de mando.

Hasta 2006, la Presidencia financiaba estas actividades con un grado de informalidad a través de empresas productoras de eventos, que a su vez subcontrataban servicios e, incluso, a los colaboradores que requería el presidente electo.

Esta modalidad, sin embargo, hizo crisis ese año, con una investigación judicial de la fiscalía por presunta "triangulación" de fondos públicos. Pero el hecho finalmente fue zanjado por la Contraloría, que validó el uso de dineros fiscales para actividades protocolares y políticas del futuro mandatario o mandataria.

No obstante, igualmente el organismo fiscalizador hizo un reproche a La Moneda y recomendó transparentar debidamente en la Ley de Presupuestos estos gastos.

Desde entonces, el ítem fue incluido en las partidas presupuestarias de la Presidencia del 2010 y del 2014.

En la última Ley de Presupuestos, el monto fue fijado en $ 655.356.000.

Según lo dispone una glosa de la misma ley, por estos días la Presidencia debe entregar un informe consolidado "a la Comisión Especial Mixta de Presupuestos que contenga las especificaciones de los gastos" correspondientes a este ítem.

Según los antecedentes de La Moneda (a los que La Tercera tuvo acceso por la ley de acceso a la información) se gastaron $ 440.372.094 en las distintas actividades de traspaso de mando, incluyendo la contratación de 17 asesores a honorarios. Esto implica que se gastó el 67% del monto fijado por la Ley de Presupuestos.

Entre las actividades detalladas figura el pago de más de $ 16 millones por el cónclave de enero pasado, que encabezó la entonces Presidenta electa con sus futuros ministros y subsecretarios.

No obstante, también aparecen actividades asociadas a la despedida de Sebastián Piñera, que en total demandaron más de $ 84 millones.