Caminaba cabizbajo con los puños apretados. A paso lento, el príncipe Harry, de entonces 12 años avanzaba detrás del ataúd de su madre, la princesa Diana de Gales, junto a su hermano mayor, el príncipe Guillermo; su padre, el príncipe Carlos, y su abuelo Felipe, duque de Edimburgo. El 6 de septiembre de 1997, Harry tuvo que desfilar por el corazón de Londres visiblemente afectado. Diana, de 36 años, había muerto siete días antes en un accidente automovilístico en París.

A pesar de que han pasado casi 20 años desde la muerte de su madre, -el 31 de agosto es el aniversario de su muerte-, Harry recuerda bien el día del entierro. "Mi madre acababa de morir y tuve que caminar un largo trecho detrás de su ataúd, rodeado por miles de personas que me miraban, al mismo tiempo que millones lo veían por televisión", dijo el príncipe, hoy de 32 años, en una entrevista para el sitio web Newsweek.

"No creo que se deba pedir a un niño hacer eso, sean cuales sean las circunstancias. No creo que podría suceder lo mismo en la actualidad", agregó. Los funerales de Diana fueron vistos por más de 3.000 millones de personas por televisión.

En la entrevista, el príncipe reconoce que tuvo miedo día tras día y que estuvo marcado por la muerte de su madre y "a la deriva" por varios años. No por nada Harry se convirtió durante algún tiempo en un dolor de cabeza para la realeza británica. En 2002 admitió que tomaba alcohol en exceso y fumaba marihuana, pese a que tenía 17 años. Ese mismo año los tabloides publicaron una foto de él disfrazado de militar nazi durante una fiesta del colegio. Dos años más tarde se peleó con un fotógrafo afuera de una discotheque, en evidente estado de ebriedad. En 2007 se hicieron públicas fotografías donde salía aspirando vodka, en 2009 apareció un video en el que insultaba a un compañero con el término "paki" (un insulto racial en Reino Unido para referirse a los paquistaníes), y en 2012 fue fotografiado desnudo con una mujer en Las Vegas.

Según dijo a Newsweek, su "búsqueda" comenzó a los 25 años, ya que "necesitaba arreglar los errores que estaba cometiendo". En abril pasado, el príncipe contó en un programa de radio del diario británico The Telegraph que vivió en un "caos total" tras la muerte de su madre. De acuerdo a lo que relató, pasó años intentando ignorar sus emociones, metiendo la "cabeza en la arena, negándome a pensar en mi mamá, porque pensaba: ¿en qué me puede ayudar? Esto solo me va a poner triste. No voy a traerla de vuelta". En la entrevista de abril también confesó que a sus 28 años pidió ayuda profesional impulsado por su hermano Guillermo.

Harry además señaló a Newsweek que duda que alguien de la familia real anhele el trono. "¿Hay alguien en la familia real que quiera ser rey o reina? No lo creo, cumpliremos con nuestras obligaciones en el momento apropiado", dijo el nieto de la Reina Isabel II.

Es la primera vez que un miembro de la Casa Real habla abiertamente sobre el tema. Harry señaló que la Monarquía era una "fuerza para el bien", pero sugirió que con el príncipe Guillermo están revisando su imagen. "Estamos involucrados en la modernización. No estamos haciendo esto para nosotros sino por el bien de la gente", sostuvo. Además elogió a su abuela por dejar que los jóvenes hicieran las cosas a su manera.

A pesar de su deseo de llevar una vida normal, Harry dijo que entendía el atractivo de la familia real. "No queremos diluir la magia… El público británico y todo el mundo necesita instituciones como ésta".

No obstante, Harry no ha sido el único miembro de la familia real que ha revelado algunos detalles sobre la vida que llevan. En mayo, su hermano, Guillermo, conversó con la revista GQ sobre su familia, en la que ha sido calificada como su entrevista más abierta. Allí señaló que le gustaría contar con el consejo de su madre. "Me encantaría que (su madre) hubiera conocido a Kate (su esposa) y que hubiera visto a los niños crecer. Me entristece que no sea así, que ellos nunca la conocerán".

Según Guillermo, él hoy está en un lugar "mejor" de lo que había estado durante mucho tiempo "donde puedo hablar de ella (Diana) más abiertamente, hablar de ella con más honestidad y puedo recordarla mejor". "Me ha costado casi 20 años llegar a esa etapa", confesó. La muerte de su madre "todavía lo encuentro difícil ahora, porque en ese momento fue muy crudo. Y también no es como el dolor de la mayoría de la gente, porque todo el mundo lo sabe, todo el mundo sabe la historia, todo el mundo la conoce".

Guillermo también protagonizó una polémica. En marzo de este año, mientras su esposa se quedó con los dos hijos, el príncipe hizo un viaje de cinco días a los Alpes suizos. Allí se le vio junto a una modelo australiana bailando en una fiesta.

En tanto, Camilla de Cornualles, la esposa del príncipe Carlos y quien mantuvo un romance con el heredero al trono cuando éste aún estaba casado con Diana, dijo en una entrevista a principios de junio lo difícil que fue para ella ser la amante del hijo de la Reina Isabel II. Ella a su vez estaba casada con su primer esposo. La mujer, que cumplirá 70 años en julio, conoció al hijo de la Reina en 1970. Iniciaron una relación, pero poco después terminaron y Camilla se casó. En 1981 el príncipe Carlos y la princesa Diana contrajeron matrimonio. Pero Camilla y Carlos volvieron a tener una relación. Cuando se hizo público el romance "no podía salir, era prisionera, es realmente una sensación horrible, no se lo deseo ni a mi peor enemigo".