La UC no da pie con bola. Y lo que es peor, sigue en caída libre en este torneo. Una crisis que se venía anunciando desde el primer semestre, pero que a esta altura ya resulta imposible de esconder. Fuera de la Copa Chile y ahora casi sin chances de pelear el torneo, desde lo numérico y sobre todo desde lo futbolístico, a Mario Salas no le bastará con sus frases motivadoras para levantar la moral de un plantel que sencillamente se vino abajo.

Una victoria en siete fechas, por la cuenta mínima a Curicó, es el fiel resumen del pobre rendimiento de un equipo despotenciado en relación al que hace apenas un año dominó la escena nacional. Los refuerzos que llegaron no fueron la solución y los que se quedaron, están fuera de sintonía. Así, es imposible salir de cualquier crisis.

Mario Salas no le encuentra la vuelta definitivamente a la UC. En el presente torneo, más allá de las lesiones que han aquejado al plantel y que sin duda le quitaron poderío en determinados momentos, el equipo sencillamente juega mal. Sin sorpresa. Sin elaboración en ataque. Sin juego en el mediocampo, salvo algún destello de Buonanotte que ya no sabe donde posicionarse para torcer el rumbo. Lo ocurrido en Temuco fue un reflejo de todo esto. Salvo chispazos del Enano, el resto deambuló por el Germán Becker como alma en pena. Sin que nadie mostrara la suficiente rebeldía para romper la intrascendencia. Ni lo jóvenes, como Jeisson Vargas, ni menos los experimentados, como Espinosa y Aued.

Temuco, entendiendo que enfrente tenía un rival desesperado, tomó el protagonismo desde el control del balón. De la mano del inagotable Canio, el elenco albiverde se apropió el juego y de las mejores chances, sobre todo en el primer tiempo. La UC no podía dar dos pases seguidos y para colmo no hacía pie a la hora de la recuperación. Entonces, con tiempo de maniobra, Farfán y Harbottle tenían espacios para encarar a los laterales cruzados, de floja actuación defensiva. Antes de la apertura de la cuenta de Casanova, tras un grueso fallo de todo el fondo visitante y del propio Toselli, el cuadro local se había generado un par de ocasiones clarísimas para anotar. Sin contar un polémico cobro que invalidó un tanto de Campana por fuera de juego.

Salas intentó torcer el rumbo del partido con el ingreso del Tanque Silva. Pero una vez más el argentino desperdició la única chance de anotar. Su cabezazo, en el área chica, fue manoteado por el portero Gamonal. Sería la única aparición importante del calvo delantero en los casi 35 minutos que estuvo en la cancha.

Es cierto que en los últimos minutos hubo una reacción de parte de los cruzados, pero no sería suficiente. Entre Gamonal y el poste derecho, le ahogaron el grito de gol en un par de oportunidades al Enano, el único que parece tomarle el peso a la situación de la UC. Así, el equipo de Salas continúa languidenciendo en el torneo, sin ideas y sobre todo sin saber cómo salir del pozo.