Las listas de lo mejor de... suelen irritar a moros y cristianos, pero al menos todos están de acuerdo en que sirven para agregarle datos a la causa y saber algo más de nosotros. En esta consulta aparecen mencionadas varias cintas de los realizadores del llamado Novísimo Cine Chileno (nombre derivado del libro editado por Ascanio Cavallo y Gonzalo Maza en el 2011) y destaca Alejandro Fernández Almendras, con dos películas: Aquí no ha pasado nada y Matar a un hombre.

Aunque las cintas de Raúl Ruiz fueron mencionadas no logró entrar al grupo de las diez. Aquí conviene hacer la precisión de que el crítico Ascanio Cavallo prefirió dejar fuera de sus 10 elegidas a Ruiz justamente por tenerlo en la más alta valoración crítica y porque "sus producciones externas e internas (una demarcación que en su caso no existe) coparían enteramente el ránking".

La metodología usada fue ordenar de manera decreciente las películas preferidas, asignándole a cada cual un puntaje de 10 a 1 a medida que bajaba el nivel. En la elección final aquí consignada, se ordenaron los filmes de acuerdo a la cantidad de menciones de los críticos y en caso de empate se decidió por el puntaje (según la la ubicación decreciente) que tenía aquella mención en la lista de cada uno de los consultados.

Las 10 mejores

1. Aquí no ha pasado nada (2016)

Un grupo de muchachos de buena alcurnia y mejores fiestas pasean entre la ciudad y el litoral y beben demasiado como para salir gratis de la gran parranda. En una de aquellas vueltas de carnero, atropellan a un transeúnte y pareciera que la ley se les viene encima. El problema es que esta historia transcurre en Chile y como dice el título de la película, tal vez aquí a algunos no les pasa nada. La cinta de Alejandro Fernández Almendras se inspiró libremente en el caso del hijo del ex senador Carlos Larraín y fue protagonizada por Agustín Silva.

2. Rara (2016)

El primer largometraje de María José San Martín resultó ser una revelación. Estrenada primero en Argentina y luego exhibida en Chile en el segundo semestre del 2016, Rara es muchas cosas a la vez (historia de amor entre mujeres, retrato de una mujer luchadora), pero antes que nada es una crónica de crecimiento: la de Sara (Julia Lübbert), una muchacha que ve como el mundo de la infancia se desmorona sin piedad ante las urgencias y conflictos de los mayores. La cinta se inspira, muy lejanamente, en el caso de la jueza Karen Atala.

3. Machuca (2004)

Machuca permanece hasta hoy como uno de los frescos cinematográficos más vibrantes del período de la Unidad Popular, poco antes del Golpe de Estado. La columna vertebral es la odisea de Pedro Machuca (Ariel Mateluna), un muchacho que llega de intercambio al colegio Saint George, lugar donde conoce un tipo de país que viste, huele y a veces piensa distinto a los chicos de la población. Machuca fue un gran éxito de taquilla, con 656 mil espectadores, y en parte se inspiró en la experiencia de Wood, ex alumno del Saint George.

4. Matar a un hombre (2014)

Filmada en Tomé y protagonizada por Daniel Candia, Matar a un hombre tomó un caso real para transformarlo en una implacable historia de justicia en las propias manos. Jorge es un trabajador forestal que cumple con los requisitos del hombre de familia esforzado, aunque es probable que le falte algo de carácter (al menos eso es lo que su esposa en algún momento le enrostra). Los abusos que sufre su hija a manos de un pilluelo local desatarán el demonio que habita en él. La cinta de Alejandro Fernández Almendras fue galardonada en Sundance.

5. El club (2015)

Es la única película en la lista de Pablo Larraín, el cineasta chileno que tiene la mayor valoración en los festivales de cine internacionales y los críticos extranjeros. La filmó rápido, mientras esperaba la ambiciosa producción de Neruda, y lo que resultó es su mejor largometraje: en un pueblo costero transcurre la historia de cuatro curas que son la basura de la Iglesia y que, por distintas razones, cumplen penitencia y ostracismo en una casa de retiro. Con Alfredo Castro y Alejandro Goic, ganó el Oso de Plata a Mejor Director en el Festival de Berlín.

6. La nana (2009)

La segunda película de Sebastián Silva sigue siendo la mejor. En el guión intervino Pedro Peirano y la combinación entre ambos fue explosiva: lo que hay aquí es un viaje a la locura protagonizada por un personaje impredecible, la nana a cargo de Catalina Saavedra. En la casa de los Valdés, ella maneja su metro cuadrado con la fiereza de un gato y protege el orden patronal con más convicción que sus propios empleadores. Retrato de la locura individual y colectiva (cierta sociedad chilena), La nana logró doble premiación en el Festival de Sundance.

7. La vida de los peces (2010)

Matías Bize es uno de los más coherentes y honestos directores chilenos. Sus películas giran en torno a las relaciones de pareja de todos los colores, signos y matices y lo que él hace es perfeccionar aquella obsesión en cada nuevo trabajo. La vida de los peces es el mejor de todos aquellos cuentos de amor y desamor, calibrando las luces y sombras de la vida de pareja con precisión y pasión, no cediendo nunca al golpe bajo de la emoción fácil ni la lágrima gratis. Blanca Lewin y Santiago Cabrera encajan perfectamente en esta pareja que no pudo ser.

8. Nostalgia de la luz (2010)

Algunos dicen que Patricio Guzmán hace siempre más o menos la misma película, pero ese argumento vale poco si es que aquella película termina siendo Nostalgia de la luz. Un grupo de mujeres busca los restos de sus familiares detenidos desaparecidos en el Desierto de Atacama y la tarea se hace tan gigantesca como la de los astrónomos que investigan en los observatorios de la zona. Estrellas del universo y seres que ya no están en este mundo son un viaje al pasado que Patricio Guzmán nunca capturó con tanta inspiración como acá.

9. Aquí se construye (2000)

Dueño de una obra documental original y reconocida en el extranjero, Ignacio Agüero ha realizado en los últimos 17 años alguna de las mejores películas chilenas. Al filo entre el siglo XX y el siglo XXI creó Aquí se construye, una historia que habla justamente de un fenómeno que marcaría los años por venir: la destrucción de los barrios y del viejo Chile y la llegada del monstruo de muchos pisos de concreto. Agüero filma lo que pasa en la casa y en la calle de un vecino durante los dos años y medio en que a su lado se construye un flamante nuevo edificio.

10. Gloria (2013)

Esta fue la película que puso en el mapa mundial a Sebastián Lelio y tiene la rara cualidad de sonreír en medio de una cinematografía que tiende a llorar o a deprimirse. Gloria es una mujer separada que vio a los hijos crecer y que, a los 50 y tantos, disfruta los beneficios de la soledad: se divierte cuando y cómo quiere, ordena sus horarios al ritmo interior y escoge sus parejas con la libertad que da la experiencia. Paulina García logró el Oso de Plata a Mejor Actriz en el Festival de Berlín por esta cinta que además retrata a Santiago como un caleidoscopio emocional.