LA COBERTURA informativa de los desastrosos incendios forestales que sufre el país reunió una amplia variedad de descuidos gramaticales y errores de redacción y ortografía. Varios lectores, entre ellos Jaime Jiménez, Cueny Schroeder, Alfredo Madrid y Pedro Iriberry, y la propia fundación del Español Urgente, que vela por el buen uso del español en los medios escritos -también en los nuestros-, indican que incendiario no es sinónimo de pirómano. El primero lo hace con premeditación, por afán de lucro o maldad; y el pirómano es una persona enferma, que disfruta provocando fuego y viendo sus consecuencias. Además, los incendios se propagan o se extienden, pero no se propalan, que significa "difundir algo oculto o poco conocido"; y, los incendios pueden ser violentos, pero nunca virulentos. Este adjetivo se aplica a "enfermedades malignas e intensas", o a "escritos que son hirientes, sañudos o mordaces".

Pero, hay más. En un texto se lee: "(...) un nuevo avión de gran escala se sumará a las aeronaves que han intentado pelear la emergencia en Chile". Preguntan: "¿no será paliar?". Claro, no hay duda. Paliar significa disminuir la intensidad de un dolor o los efectos dañinos de algo, como paliar la sequía. Es sinónimo de mitigar, suavizar o atenuar.

Además, hay un error que sonroja: un comentario sobre una aeronave "(...) que puede despegar en pistas de mil metros, ósea puede hacerlo desde Chillán o Concepción". La expresión "o sea" la conforman dos palabras, la conjunción disyuntiva "o" y la forma verbal "sea" (del verbo ser). Su uso es muy común y también suele sustituirse por "es decir". Pero, nada la relaciona con "ósea", que se usa para señalar que algo tiene una naturaleza parecida a la del hueso: "dureza ósea"...

En estos aciagos días de fuego desatado, fueron los grandes aviones los que concitaron la atención pública. El domingo 29, La Tercera hace un llamado en portada, que dice: "emergencia genera cumbre de súper aviones (...)", y en páginas interiores, tanto en el título como en el texto, el autor se refiere a las "súper aeronaves". El lector Jaime Jiménez, que es periodista, indica que el prefijo debe ir unido al sustantivo, sin guion ni tilde. Dice que aunque la palabra no luce bien en la página de un diario, lo correcto es escribir "superaviones" o "superaeronaves".

La norma académica establece que el prefijo "super" no es un elemento autónomo. Se escribe unido a la palabra a la que antecede, sin tilde y sin guion ni espacio intermedio. En el español coloquial actual se usa con mucha frecuencia para añadir valor superlativo a los adjetivos o adverbios a los que se une: superútil, superreservado, superbién. También, es frecuente encontrar "súper héroes" en las páginas de cultura y espectáculos, pero estas palabras deben escribirse unidas: "superhéroes".

Como comentamos tiempo atrás en este mismo espacio, hay excepciones: "super" puede ser palabra independiente cuando se emplea como sustantivo y lleva tilde: "el súper" (para referirse al supermercado) o "la súper" (para referirse a la gasolina de mayor octanaje). Y también, cuando se emplea como adverbio o adjetivo pospuesto al sustantivo: "es una idea súper" o "lo pasamos súper en la fiesta".