Señor director

La Cámara de Diputados aprobó interpelar al ministro del Interior por la demora en el envío del proyecto de Ley de Migraciones, hecho que el titular de la cartera valoró como una oportunidad para explicar  los detalles de la normativa. Sin embargo, no han pasado 15 días de la renuncia de Rodrigo Sandoval al cargo de jefe de Extranjería, quien tomó esta decisión  por el retraso que en Hacienda estaba teniendo el proyecto de ley. Una de sus preocupaciones era lo lejos que podían estar los ajustes ya que, como ha pasado en gobiernos anteriores, el espíritu de la ley se entrampa en los costos y no en la protección de los derechos del inmigrante.

¿Qué aceleró el envío del proyecto? ¿La renuncia de Sandoval? ¿La interpelación? Cualquiera sea el motivo, surge la duda por la calidad del proyecto ante esta premura, pues podría ser solo una fórmula para calmar las aguas y "cumplir" con una promesa que había perdido su carácter de urgente.

Preocupa, por ejemplo, si el texto recogerá los debates, foros, seminarios y reuniones que distintos académicos hemos tenido para que la nueva ley supere el horror de la normativa vigente. Por último, al revisar las preguntas que se harán al ministro, el tono de la conversación será el mismo al que estamos acostumbrados: control, vigilancia, visado y expulsión. Es decir, el debate sigue siendo administrativo y policial, no político.

Luis Horacio Franco Gaviria

Académico Universidad Andrés Bello