Dada su cercanía con un importante encuentro del cine nacional, parecía cuestión de tiempo para que los caminos de actriz, guionista y director se cruzaran en algún proyecto. Eso es lo que ocurrió  con los involucrados en Los niños de la noche, producción que tiene como origen el Festival de Cine de Lebu.

El cineasta Lucio Rojas exhibió en la edición 2014 del certamen su segunda película, Perfidia, mientras que fue allí mismo que Loreto Aravena y el periodista y crítico de cine Daniel Olave se conocieron y concretaron la idea de realizar juntos Todo cine, programa que tuvo dos temporadas en 13C. De esa misma forma, existía buena sintonía con los organizadores  del festival, Claudia Pino y Gonzalo Fredes, quienes desde algún tiempo realizan esfuerzos para promover el potencial de la región como locación, y que estuvieron detrás del corto documental Mocha Dick.

"Hace rato estaba la idea de hacer algo juntos, aprovechar las locaciones bonitas y naturales, y el equipo potente de producción que tienen ellos. La idea siempre fue mancomunar esfuerzos, pero no se había dado la idea fílmica precisa, hasta que Daniel nos habló de ese proyecto y supimos que era el indicado", sintetiza Rojas sobre la manera en que se cimentó el camino de esta apuesta de corte paranormal y de horror, que lo tiene a él a la cabeza, a Olave como guionista y a la actriz de Los 80 como protagonista, además de los realizadores de Lebu como productores.

Actualmente ocupada en las grabaciones de la próxima teleserie de Canal 13, Preciosas, Aravena asegura: "El cine de género es bien entretenido, porque uno explora otras aristas de su profesión y eso siempre se agradece. No estoy acostumbrada a hacer un tipo de género, entonces uno tiene que ver más películas e interiorizarse al momento de interpretar".

En la cinta, su personaje es una asistente social que es enviada desde Santiago a investigar los misteriosos acontecimientos vividos en un internado masculino del sur de Chile, luego del aparente suicidio de un joven que era parte de la institución. En el camino, hechos de abuso y una serie de sucesos sobrenaturales la harán temer que la comunidad oculta algo terrible.

"Es complicado, hay que tener mucha verdad al momento de actuar con elementos paranormales, para que la gente pueda creer lo que se supone uno está viendo o sintiendo", plantea la actriz acerca de lo que implica encarnar a la protagonista de esta producción, que empezará a filmarse en marzo de 2017 en el sur del país.

Por su parte, Rojas apunta al director mexicano Carlos Enrique Taboada como un autor cercano con la génesis de la cinta. "Es la misma referencia de terror gótico que ocupan El espinazo del diablo y El orfanato. Películas que tienen un contexto infantil y social, pero más que lo explícito, es un terror más nuevo, que insinúa más que se muestra", indica el director, cuyas tres primeras cintas, caracterizadas por el fuerte uso de la violencia, si bien no han tenidos estrenos masivos en Chile, han contado con el interés de festivales extranjeros -como el español Sitges, el principal encuentro de cine fantástico del mundo- y la edición de éstas en Blu-ray.

A causa de las redes con otros países que tienen Fredes y Pino, la idea de una coproducción está cerca de concretarse, lo que la daría un impulso mayor a la película, que podría arribar a la cartelera durante el segundo semestre de 2017. Por el momento, es una certeza que se ocuparán locaciones reconocibles de la región y que los habitantes de Lebu, Cañete y Concepción, donde se filmará la cinta, serán invitados a participar del rodaje.