"Antes que todo, existió Johnson´s. Es mi proyecto personal, mi pasión, mi proyección. Vengo todos los días, converso con mis ejecutivos, con la gente. En los últimos cinco años ha duplicado su tamaño y cambiado su imagen, dándole gran valor a la marca. Por lo tanto, mi respaldo es lo mínimo necesario para asegurar el crecimiento y consolidación de Jhonson´s en el tiempo".

Con estas palabras Marcelo Calderón Crispín explica a Qué Pasa sus razones para deshacerse del 20% -de un total de 40%- que actualmente posee en Ripley para lanzar un salvavidas a Johnson´s, una de las empresas del retail más golpeadas por la crisis.

Desde octubre que el empresario de 79 años buscaba una fórmula para solucionar los problemas de la firma. Como no tenía la capacidad para capitalizarla de inmediato, decidió echar mano a su patrimonio más valioso: sus acciones de Ripley.

A través de Inversiones R y Compañía en Comandita por Acciones, Calderón comparte con su hermano Alberto el control de la cadena. Ambos poseen, en partes iguales, el 80% de la firma, que se abrió a Bolsa el 14 de julio de 2005 en una mediática jornada donde la modelo estadounidense Cindy Crawford dio inicio a las transacciones pronunciando el conocido eslogan "me fascina Ripley".

Ese día la compañía quedó valorizada en US$ 1.460 millones y los dos Calderón Crispín acudieron a la Bolsa de Comercio de Santiago, rompiendo así su habitual bajo perfil. Hoy, Ripley vale US$ 846 millones. Su caída está en línea con la baja general que exhibió el mercado en 2008.

Hace un par de semanas Marcelo Calderón contactó a los bancos de inversión Banchile y Celfin para que lo asesoraran en la venta de su 20% de Ripley y lo ayudaran a buscar un comprador.

Los profesionales de esas entidades le ofrecieron la alternativa de que deje parte de las acciones en prenda a los bancos para poder acceder a financiamiento.

Sin embargo, en el mercado estiman  que el escenario más probable es el de la venta de propiedad. No por casualidad, la sociedad controladora de Ripley fue dividida hace una semana y se creó una segunda sociedad, poseedora del 20% que será enajenado.

PROBLEMAS DE JOHNSON´S
Marcelo Calderón fundó Johnson´s en 1964 con el nombre de Calderón S.A.C., la cual se especializaba en la venta de trajes para hombres de clase media. En ella ha invertido buenos años de su vida y es su único controlador. La firma no está abierta a bolsa y es considerada una de las  jugadoras medianas del mercado nacional del retail.

La compañía tiene su foco en los sectores de ingresos medios bajos, los más golpeados hasta ahora por la crisis económica.

Sus ventas han bajado y ha tenido problemas de caja que se han evidenciado en las dificultades para responder a sus obligaciones y en las quejas de varios de sus proveedores por los continuos atrasos en los pagos.

Sin embargo, luego de que se hiciera pública la intención de Calderón de capitalizar la empresa, los bancos han relajado un poco la mano y la compañía ha podido respirar más tranquila.

Otro rumor que circuló profusamente en el mercado y que Marcelo Calderón se encarga de negar rotundamente es que su patrimonio personal fue afectado por la estafa de Bernard Madoff. Las versiones hablaban de pérdidas por US$ 26 millones.

En todo caso, ha sido la crisis lo que lo ha perjudicado. Calderón invierte parte importante de su patrimonio personal en la compra y venta de acciones. Además, participa en fondos de capital privado en el extranjero. Un cercano dice que con los recursos invertidos conseguía las garantías para financiar la expansión de Johnson´s.

Pero la caída de los mercados globales mermó sus saldos y los bancos comenzaron a exigirle que aumentara los montos en prenda o pagara sus obligaciones, la mayoría de las cuales estarían concentradas en el Banco de Chile.

"La particularidad de esta crisis es que los primeros golpeados son los tomadores de decisiones; es decir, los controladores de los grandes grupos. Si Marcelo hubiera tenido la plata en caja, la hubiera puesto en Johnson´s", cuenta un cercano al empresario.

CLIMA EN LA FAMILIA
Pero la venta de parte de sus acciones de Ripley no dejó indiferentes a los familiares de Calderón. De inmediato comenzaron los rumores de que serían los hijos de su hermano Alberto quienes comprarían el paquete, cuyo valor en bolsa asciende a unos US$ 170 millones.

Pero la opción de compra está abierta al mejor postor. Y en el mercado ya comenzaron las apuestas sobre quién se quedará con estas acciones. Se comenta que los Luksic ya demostraron su interés. También se habla de fondos de inversión privados y de otros actores del mercado del retail.

La decisión de vender las acciones también desató versiones de que Alberto, el hermano mayor de Marcelo, se habría molestado. Las diferencias en sus estilos de gestión y el hecho de que desde hace un tiempo dejaron de realizar algunas actividades en conjunto alentaron estos comentarios. "No hay una pelea entre ambos, eso es falso. Pero Marcelo tuvo que negociar porque a Alberto le preocupa que su hermano se desligue de la compañía", comenta un asesor de la familia. Sintomático fue que el día en que hizo público el plan de Marcelo: las acciones de la multitienda cayeron 2,68%.

Quienes los conocen aseguran que la relación entre ambos es cercana, pero que efectivamente han modificado sus rutinas conjuntas. Hasta hace algunos años ambos frecuentaban al menos dos veces por semana, a las 12:00 en punto,  el café Haití en el Paseo Ahumada para reunirse con sus amigos. Ahora sólo va Alberto.

En todo caso, desde hace bastante tiempo que Marcelo tenía puestas todas sus energías en Johnson´s. Confiaba las grandes decisiones de Ripley a los hijos hombres de Alberto: Lázaro -gerente general- y Andrés -director y quien supervisa los negocios internacionales-. Michel, por su parte, lidera Imagina, la empresa inmobiliaria de la familia.

DE SAN FELIPE A SANTIAGO
"Yo soy de la universidad de la vida. No sé lo que es el estudio pero sé lo que es la creatividad y la intuición. Soy un empresario absolutamente hecho a mano", dijo Marcelo en 2004, cuando recibió junto a su hermano el premio Emprendedor Consagrado de la Universidad del Desarrollo.

Los primeros Calderón llegaron a Valparaíso en 1930 provenientes de Europa. Era una familia de raíces judío-sefardíes que se instaló en el sur de Chile, para luego radicarse en San Felipe.

El que llevó las riendas de la familia fue Marcelo. Sus inicios en el mundo empresarial se remontan a cuando vendía corbatas durante los fines de semana y bebidas en el Estadio Nacional.

En la década de los ´50, cuando su familia tenía la representación de Algodones Yarur para comercializar telas, Marcelo le comentó a su padre, Lázaro Calderón, que sería buen negocio vender pantalones. Así creó American Pants, firma que lo llevó hasta Estados Unidos para conocer las nuevas tendencias. En 1956 fundó Ripley junto a su hermano Alberto.

EL ESTILO DE MARCELO
A diferencia de su padre y de su hermano, Marcelo fue más audaz a la hora de hacer negocios. Su personalidad se refleja con una anécdota que suele contarle a su equipo de trabajo: cuando acompañaba a su padre a Santiago -desde San Felipe- se metía en las tiendas y bajaba los precios de las promociones haciendo que las ventas se dispararan.

Esta audacia no sólo se ve en los negocios sino también en sus dos hobbies: el golf y el bridge. Es socio del Club de Golf La Dehesa, lugar al que suele "escaparse" después de dejar las oficinas de Johnson´s a las 12:30. Ahí se reúne con sus amigos más cercanos, casi todos miembros activos de la comunidad judía, como los empresarios Alejandro Nicoletti, Gabriel Colodro y David Albagly. Con ellos mismos estaba jugando en 1998 cuando fueron asaltados.

También es normal verlo en el Club de Bridge Santiago, ubicado en Monseñor Escrivá de Balaguer. Quienes han compartido partidas con él, comentan que las apuestas son parte del ritual. Pese a esto, sus amigos aseguran que él no es un hombre al que le gusta hablar de plata. "Mientras más desapercibido pase, mejor para él", dicen desde Johnson´s.

Por ejemplo -cuenta la misma persona-, sus cumpleaños los pasa siempre fuera del país y para las inauguraciones de las tiendas nunca se saca fotos ni tampoco da discursos. Su figura no es imponente -mide alrededor de 1.65-  por lo que no es difícil que pase inadvertido. De hecho estuvo en el recital de Madonna y nadie lo vio. Eso sí, al día siguiente, todos sus empleados de Johnson´s sabían que "lo había pasado espectacular".

Es tal su bajo perfil, que incluso una vez llegó a negar que era el controlador de la multitienda. "Recuerdo que una vez se le acercó una señora y le preguntó: ´¿Es cierto que Don Francisco es dueño de Johnson´s?` Para sorpresa de todos los presentes, don Marcelo respondió: ´sí, él es el dueño de todo`", cuenta un empleado. Mario Kreutzberger pertenece a su círculo más cercano.

LA SITUACIÓN DE RIPLEY
Hasta ahora la situación de Ripley no se ha visto deteriorada por la crisis. La firma ha sufrido en la misma proporción que sus competidores los embates, gracias a que en los meses anteriores estuvo concentrada en fortalecer su posición financiera y competitiva.

El gerente corporativo de Administración y Finanzas de la empresa, Hernán Uribe,  explica que en 2008 "las utilidades aumentaron 61% respecto del año anterior" y que "la liquidez de Ripley está en buen momento y los pasivos están repartidos más en el largo plazo que en el corto. La compañía cuenta con $ 50 mil millones en caja", afirmó.

Al respecto, el director de estudios de renta variable de Santander Investment, Francisco Errandonea, dice que el próximo año, Ripley enfrentará vencimientos de deuda por US$ 500 millones, los que, a su juicio, podrá pagar.

Sin embargo, en el mercado los analistas coinciden en destacar la fortaleza de las operaciones peruanas de Ripley como una de las fuentes más seguras de buenos resultados. "Esperamos que en 2009 un 30% de las ventas provenga de Perú, un mercado poco penetrado para el retail, por lo que las posibilidades de crecimiento son amplias", indica Errandonea.

La analista de retail de Bice Inversiones Paula Peredo, agrega que el caso peruano es diferente del chileno. "Allí partieron con todos sus sistemas operativos funcionando y con una distribución más eficiente, porque llegaron solos y no tenían la presión de la competencia, mientras que en Chile crecieron muy fuerte sin tener los soportes necesarios", explica.

En tanto, el aterrizaje en México, país al que anunciaron su entrada con bombos y platillos el año pasado, está stand by. "La planificación del proyecto permitió que hubiera flexibilidad para postergar la decisión de ejecución. Hoy no hay recursos comprometidos, la situación en México, por lo tanto, es líquida. Tenemos un equipo de elite observando el curso de los hechos, para tomar una decisión apenas los mercados lo indiquen", asegura Uribe.

Pero en el mercado, el diagnóstico de los analistas es que Ripley se ha quedado atrás de sus competidores más cercanos, como Falabella y Paris, lo que se notaría en que sus acciones han caído fuertemente en el año. "Llegaron tarde a la fiesta del retail de 2003 a 2008. No aprovecharon la coyuntura para seguir creciendo", indican en una corredora de bolsa.

La competencia, por su parte, mira a la firma como una empresa cuya línea comercial no está muy clara: "Pasan de golpe de las cosas carísimas y las marcas exclusivas a los días R", comenta un alto ejecutivo del retail.

EL PODER DE LAZARO
Según analistas, otra de las razones por las que el mercado critica a Ripley es su administración. El hecho de que Lázaro Calderón, el hijo de uno de los controladores, sea el gerente general, no siempre es visto con buenos ojos por los inversionistas extranjeros.

"Al mercado no le gusta que las compañías tengan administraciones familiares. Lázaro puede tener muchos méritos, pero a la hora de elegir, los fondos extranjeros califican negativamente esto", explica un broker.

En todo caso, se reconoce que la llegada de Andrés Roccatagliata como gerente general de la operación chilena de la compañía, ha mejorado la percepción sobre la profesionalización de la firma. Este ejecutivo provenía de la gerencia de la banca comercial del Banco Santander y ha contado con las atribuciones necesarias para hacer los cambios que considera urgentes.

La puesta en marcha de su plan de modernización Ripley 2.0 ha traído resultados positivos en poco tiempo. "La reestructuración llevada a cabo estuvo enfocada a elevar los niveles de eficiencia, a simplificar los procesos, mejorar los servicios que se entregan a los clientes y a aprovechar de mejor forma las sinergias entre el retail y el negocio financiero", señala Uribe.

Un cercano a la empresa añade que el arquitecto de estos cambios ha sido precisamente Lázaro Calderón. "Él ha tenido la visión de posicionar a tres importantes ejecutivos en la alta dirección: Roccatagliata, Uribe y Sergio Collarte en Perú. Ellos son la apuesta de Lázaro para que Ripley salga adelante", dice.

Al igual que su tío Marcelo, Lázaro se desvive por la empresa. No es raro que los fines de semana visite las tiendas para revisar que todo esté en orden y se preocupe de detalles como las colecciones de cada temporada. De hecho, en más de una ocasión ha viajado con los gerentes a elegir la mercadería, tal como lo hacía su tío Marcelo, quien vigilaba personalmente cada prenda que se vendía en los locales.

Según cuentan en Johnson´s, es Lázaro en quien Marcelo más confía. De hecho, su sobrino lo visita regularmente en las oficinas de la multitienda, ubicadas en la calle Ñuble. Por eso, los primeros rumores indicaban que sería él quien se quedaría con el 20% de la propiedad de Ripley.