La situación de las familias que viven en campamentos ha sido por años una de las menos visibilizadas entre las políticas públicas, pero está lejos de ser superada. Según publicó hoy La Tercera, en los últimos cinco años las familias que viven en esta clase de asentamientos irregulares han aumentado en un 41,6%, alcanzando las 38.770 familias en 2016.

Así alerta la ONG Techo Chile, en el último catastro sobre campamentos realizado a mitad de este año y dado a conocer hoy. En éste se constata que el fenómeno se repite en la mayoría de las regiones, pero es Antofagasta la que muestra un crecimiento crítico: este año, la cantidad de campamentos se duplicó, llegando a los 56 enclaves, mientras que el número de familias alcanza las 6.229, cinco veces más que en 2011.

"Actualmente podemos ver cordones de campamentos en los cerros de Antofagasta, compuestos en un alto porcentaje por migrantes. En ellos se puede ver la mayor vulnerabilidad, dentro de la fragilidad propia de la vida en campamentos, ya que son familias que no tienen redes y que son constantemente discriminadas", explica Valentina Latorre, directora social de Techo.

Según las caracterizaciones realizadas por la Fundación Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), los extranjeros en campamentos serían más de la mitad de las personas que habitan allí. Estos son preferentemente mujeres de entre 19 y 42 años, en su mayoría bolivianas y peruanas, aunque con una presencia creciente de ciudadanos colombianos. El 78% tendría una situación migratoria regularizada y el 10% tendría su visa en trámite.

“Es un mito afirmar que los migrantes que viven en campamentos lo hacen porque están de forma irregular. Lo que influye es el alto valor del precio de los arriendos que hace imposible que estas personas lo puedan pagar, aunque trabajen”, afirma el responsable del Programa Comunitario de JSM Antofagasta, William Castillo.

"A estas personas no les queda alternativas más que organizarse en grupos e instalarse en los cerros con las precariedades y riesgos de aluviones que eso conlleva", agrega.

Esta es una situación reconocida por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu). Al respecto, la ministra Paulina Saball, añade que ha habido un "largo tiempo en el que no se han construido viviendas sociales". Para subsanar esa situación, indica, "el Gobierno Regional implementó el año pasado un programa para construir una solución habitacional para más de tres mil familias de campamentos".

El programa de Superación de Campamentos del Gobierno Regional de Antofagasta plantea otorgar a estas personas una vivienda de entre las más de seis mil proyectadas para los próximos años. El proyecto contempla una inversión de $128 mil millones y se apoya en organizaciones como Techo Chile, Fundación para la Superación de la Pobreza y el SJM para organizar a las familias de los asentamientos en comités de viviendas.

La intervención de los campamentos también incluye otras líneas de acción. Como señala el seremi de Gobierno, Víctor Flores, "tenemos una línea que trabaja el riesgo de aluviones con distintos organismos como la Onemi; otra de capacitación para dirigentes vecinales; también llevamos los servicios del Estado como el Registro Civil, Carabineros y PDI para que los campamentos no sean un gueto, sino que estén integrados a la ciudad".

Actualmente hay 12 asentamientos de Antofagasta trabajando en esta línea con el Serviu y tres proyectos ya en ejecución.