Durante toda la jornada de hoy unos 6.600 evacuados retornaron a sus hogares por  espacio de ocho horas para remover cenizas, en una zona de 20 kilómetros  alrededor del cráter del volcán Calbuco.

Personal del Ejército colaboró con los pobladores de Ensenada,  una pequeña población cercana al volcán, que resultó severamente afectada con  las cenizas vertidas en las dos primeras erupciones.

"El sistema volcánico aún permanece con un nivel de actividad interna con  probabilidad de evolucionar hacia escenarios que promuevan una reactivación de  la actividad eruptiva, y por lo tanto se sugiere mantener la restricción de  acceso a la zona próxima al volcán", señala el reporte del Servicio Nacional de  Geología y Minería (Sernageomín) difundido este sábado.

El volcán  sorprendió con dos violentas erupciones la semana pasada y otra  de menor intensidad el jueves, reactivando la columna de cenizas. Sin embargo,  la tercera erupción fue menor a las dos primeras y las cenizas expulsadas "son  mucho menos densas: la primera era casi arena y piedras y esta es más ceniza",  dijo Alejandro Berges, director regional de la Oficina Nacional de  Emergencia (Onemi) para la región de Los Lagos.

Las autoridades -que mantienen la alerta roja- siguen con  atención los pronósticos meteorológicos que prevén lluvias aisladas para los  próximos días en los alrededores del volcán. Esto podría provocar que "el  material piroclástico inestable acumulado en la parte superior del volcán y en  sus laderas, así como en sectores aledaños, podría ser removilizado por lluvia  dando origen a lahares (aluviones) secundarios a lo largo de los ríos que  drenan del volcán", advirtió Sernageomín.