CON MOTIVO de la entrada en vigencia de la ley que habilita a los emisores no bancarios a emitir tarjetas con provisión de fondos (más conocidas como tarjetas de prepago), el Banco Central llamó a consulta pública una normativa que actualiza el marco regulatorio para toda la industria de medios de pago electrónicos.

El documento contiene interesantes avances que conllevan una mirada más moderna del mercado financiero. Por ejemplo, se amplía el concepto de tarjetas para pasar a "cualquier instrumento o dispositivo físico, electrónico o informático que cuente con un sistema de identificación único del respectivo medio de pago y cuyo soporte contenga la información y condiciones de seguridad acordes con tal carácter". Esto en la práctica abre el mercado de medios de pago a soluciones móviles y de otros tipos que van mucho más allá que los instrumentos físicos actuales.

Además, la nueva normativa incorpora algunas de las recomendaciones que hizo el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia para introducir competencia a futuro en el mercado de la adquirencia y pasar a un modelo de 4 partes (comercio, adquirencia, emisor y operador), sin poner en riesgo el modelo actualmente en operación.

Llama la atención que el instituto emisor impulse un cambio normativo de esta envergadura como consecuencia de una ley que afectaba originalmente solo a los emisores no bancarios en el mercado de prepago. Dado el camino seguido, habría sido positivo, por ejemplo, haber exigido presencia comercial en nuestro país a las marcas internacionales, para que todos los actores de la cadena respondan al mismo marco regulatorio. En cualquier caso, la nueva normativa busca emparejar la cancha, introducir mayor competencia y modernizar el mercado de medios de pago en Chile.