Señor director:

En medio de la crisis del sistema estatal de cuidado de menores, la discusión sobre los recursos que se asignarán a este ente acapara la atención de los legisladores, lo que constituye una novedad respecto de la discusión presupuestaria de años anteriores. La triste cifra de menores fallecidos entre 2005 y 2016 contribuye a ello. Culpar exclusivamente a la autoridad actual no daría cuenta de la magnitud del problema, pues se trata de una crisis sistémica.

Existen necesidades urgentes para las que todo aumento de recursos (se habla de un aumento de $ 2.500 millones para lo que resta del año) es bienvenido. Es de esperar que este aumento se focalice no tanto en la administración directa y en la burocracia del Sename (que cubre menos del 5% de las atenciones a menores), sino en los programas de subvenciones que tienen un alcance mucho mayor.

Respecto de las medidas anunciadas para separar la atención a menores vulnerables de aquellos que han infringido la ley, ya existe un proyecto enviado por el gobierno anterior que se hace cargo de estas materias, que va más allá de una mera reestructuración, pese a lo señalado por autoridades de gobierno.

La vara con que este gobierno y sus autoridades serán juzgados en esta materia será por su capacidad de sacar adelante las reformas para refundar el sistema de protección de menores. Una dilación en su implementación más allá del período de este gobierno sería imperdonable.

Guillermo Ready Salamé

Abogado Instituto Libertad