Sirenas que no se activaron y uso masivo de autos para evacuar las zonas inundables fueron los principales problemas que enfrentó el plan de evacuación costera que se activó el domingo, tras el sismo de 6,7° Richter que afectó a las tres regiones más nortinas del país. El ejercicio, que movilizó a más de 100 mil personas, confirmó en terreno algunas de las deficiencias detectadas por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), a través de un informe que evalúa críticamente el desempeño de los simulacros realizados entre agosto y octubre de 2013 en las zonas norte y sur del país.

El director de la Onemi, Ricardo Toro, plantea que el uso del automóvil es una de las falencias que más complicó en la operación del domingo en el norte. "En Iquique fue uno de los aspectos que hay que mejorar, incluso lo detectamos en los simulacros. También hubo gente que circuló contra el tránsito".

En este sentido, el intendente de Tarapacá, Mitchel Cartes, dijo que "debemos mejorar la instrucción, insistir en que la evacuación debe hacerse a pie y no en vehículo, por los conflictos de caos vial que tuvimos en algunos puntos".

Sobre la falta de un sistema de alarmas en varias regiones, Toro señala que se debe a que aún no finaliza el desarrollo de proyectos para ser implementado. "Las alarmas no funcionaron en Tocopilla porque todavía está en manos del proyecto regional y estamos en proceso de recepción (...). Arica, Atacama y el Maule son las regiones donde ya están implementadas, pero hay muchas zonas costeras que no tienen este sistema". Añade que en los sectores donde no existen alarmas -entre ellas, el Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Aysén- se usan sirenas de ambulancias, carros de bomberos y Carabineros.

Pese a estos problemas, Toro hizo un balance positivo respecto de la reacción de la población y el funcionamiento del sistema nacional de protección civil. "Los simulacros sirvieron para crear resiliencia en la población y poner en práctica todos los protocolos que esto significa", indicó.

Sin embargo, informes de evaluación de los simulacros que identificaron los problemas antes mencionados, establecieron que la calificación general en ambas zonas fue regular. Es decir, según la ponderación de los aspectos evaluados, "se identificaron elementos del proceso (simulacro) con deficiencias".

Ante estos estudios, el subdirector de gestión de riesgo de la Onemi, Rodrigo Ortiz, reconoce inconvenientes: "Chile ha avanzado mucho en esta materia, pero claramente, requiere de mejoras, como queda de manifiesto en los resultados de los informes de evaluación de estos ejercicios" (ver infografía).

En el informe de la zona sur, por ejemplo, se detectó que un 59% de los puntos estratégicos, como establecimientos educacionales o centros comerciales, no cuenta con un sistema de alerta interno que sea audible y continuo.

Además, Ortiz menciona dos situaciones identificadas en el análisis: problemas en las vías de evacuación y falta de implementos de uso personal en caso de una emergencia. "Existen lugares en que la evacuación puede ser dificultosa. Es necesario invertir en el mejoramiento de las calles definidas como vías principales de evacuación en caso de tsunami", añadió.

Marcelo Lagos, director del laboratorio de investigación de tsunami de la U. Católica, apunta que "gran parte de las vías de evacuación que están definidas en Chile, no cumple con estándares de seguridad por el tipo de diseño de construcciones. En la práctica hay una desarticulación entre lo que son las vías de evacuación y en cómo pensamos en la ciudad ante este tipo de hecho".