El ex presidente de Perú, Ollanta Humala, junto a su esposa Nadine Heredia, fueron trasladados a la prisión de Barbadillo de la Diroes, lugar donde también cumple condena Alberto Fujimori.

Kenji, hijo del ex mandatario, relató en una columna en el medio peruano El Comercio, que como es de costumbre, fue a visitar a su padre el viernes, el mismo día que fue trasladado Humala y su pareja.

"Cuando salía yo, luego de despedirme, recordé el primer día de mi padre en prisión, momento que nunca podré olvidar. Y pensé en Humala. Nadie sabe lo que es la primera noche en la cárcel. Volví entonces sobre mis pasos y pedí verlo", contó Kenji.

"Vengo como hijo, señor presidente, no como congresista", fueron sus primeras palabras cuando se encontró con Humala en la Diroes. Fujimori relató que al entrar a la celda, le dio un vaso de agua y que al rato notó que faltaban cosas. Explicó que regresó donde su padre y le comentó lo que pasaba. El ex presidente le dijo: "Apóyalo en lo que necesita". 

Es así como Fujimori padre preparó él mismo "unos panes con queso" y le pidió a su hijo que se lo llevara al ex mandatario y también le paso una de sus frazadas para que no pasara frío por las noches. También le hizo una peculiar petición a su hijo: "Pero Kenji, aféitate primero. No puedes ir así. Es un ex presidente". A lo que obedeció y partió a entregarle las cosas.

El diputado contó que estuvieron varias horas conversando sobre su niñez y le ofreció llevarle libros. 

La relación entre ambos ex mandatarios no era la mejor. En 2013, Humala denegó el pedido de indulto humanitario que presentaron los hijos de Fujimori para su padre y el año pasado, cuando terminaba su mandato, no resolvió una solicitud similar del ex gobernante, que terminó por retirar su pedido.

Ollanta Humala, además, se rebeló en el 2000 contra Alberto Fujimori cuando era militar y agonizaba el régimen autocrático del entonces presidente.

Sin embargo, Kenji explicó que "afortunadamente, no guardo rencores. Siento que mi familia podría ser de las más golpeadas y, sin embargo, con la experiencia de este día, ¿cómo podría yo guardar resentimientos por razones políticas? La política es una cosa, la vida es otra. Esta es la hora de curar heridas, pienso, sin odios, sin venganza, con manos abiertas".