La fijación de restricciones a los happy hours donde se puede acceder a dos tragos al precio de uno y a las barras libres, frecuentes en discotecas, son parte de las 60 medidas que el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), estableció en su nuevo plan para frenar el consumo problemático.

El Plan de Acción 2016-2020, que será dado a conocer hoy por el organismo, sigue las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"(El happy hours) es fomento de consumo a bajo precio, donde puedes tener un consumo desmedido, exactamente lo contrario a lo que necesita el país, que haya menos consumo excesivo, consumo de riesgo. Es parte de lo que hay que debatir sobre las restricciones, porque no ayudan a la salud pública", dice Mariano Montenegro, director del Senda.

Sobre las críticas que podría despertar la medida por las libertades individuales, señala que eso no es así necesariamente porque es un problema colectivo. "El que toma lo que quiere y toma mucho, después quiere ayuda del Estado para rehabilitarse cuando está muy complicado. Siempre este fenómeno tiene un impacto social, no hay que mirarlo como yo hago con mi vida lo que me plazca", agrega.

¿Cuál podría ser una medida para atacar los happy hours y las barras libres? El director del Senda dice que estableciendo un precio mínimo al alcohol, ya que la última reforma tributaria tuvo por fin recaudar dinero, pero no atacar el fondo del problema.

"Lo que nos pasó es que hicimos una reforma (…) pero no se puso el énfasis en subirle el precio para disminuir el exceso y el consumo", dice.

Por eso el nuevo plan propone analizar esta medida que tuvo éxito en Escocia que consiste en fijar un precio mínimo para una unidad estándar de alcohol, lo que significa que no puede ser vendida a menor precio. Es decir, cuanto más alcohol contenga una bebida, mayor será su precio. Según la propuesta escocesa, una medida de este tipo tiene más impacto en consumidores de riesgo, es decir, quienes regularmente beben por sobre los patrones recomendados.

Más medidas

Entre las otras estrategias que apuntan a disminuir el consumo problemático, están la fiscalización a los clandestinos y la participación de las juntas vecinales en la renovación de patentes. "Es algo que hay que regular porque es parte del acceso fácil y el acceso fácil aumenta y fortalece el consumo", plantea Montenegro.

Para el Senda en varias comunas se supera la norma de una patente por cada 600 personas, que establece la Ley 19.925. Esto es un problema, ya que en algunos casos sí existe un exceso, pero en otros simplemente se debe a que un local tiene muchas patentes. Hoy existen 14 tipos distintos, razón por la que el sistema se debe simplificar para tener una estadística confiable.

Además de las medidas ya mencionadas, Senda espera que Chile cuente al 2020 con la Ley de Marketing, hoy en su tercer trámite constitucional, para proteger a los menores de edad de la publicidad.

A lo anterior se suma estudiar la responsabilidad civil a quienes venden alcohol, en caso que sus clientes se vean involucrados en riñas y accidentes, tal como promueven los países de la Ocde.

A nivel de grupos de riesgos, el foco estará puesto en embarazadas, conductores, jóvenes, menores de edad y adultos mayores. El caso de los menores es de especial preocupación para el organismo, ya que la edad de inicio de consumo en Chile es de 12 años, segmento que no cuenta con una oferta especializada para casos problemáticos.

Las 60 medidas se agrupan en seis ejes de intervención que se presentarán hoy en el marco del Seminario Políticas Públicas en Alcohol del Senda.

Este Plan de Acción ha sido desarrollado junto al Ministerio de Salud desde abril y a su implementación se sumarán los ministerios sectoriales involucrados en cada medida.