Si bien la utilización del arbitraje asistido por video (VAR, por sus siglas en inglés) ya ha sido utilizado en mundiales juveniles y en el Mundial de Clubes de 2016, en nuestro país recién lo estamos conociendo debido a su utilización en la Copa de las Confederaciones que Chile disputa en Rusia.

Esta ayuda tecnológica ha causado discusión entre los amantes del fútbol, ya que a juicio de algunos iría en contra de la "esencia" de dicho deporte. Sin embargo, los errores arbitrales poco tienen que ver con la naturaleza del balompié. Es cierto que la polémica es un condimento especial de este deporte, pero el VAR no significará su fin -incluso después de la revisión del VAR hubo discusión respecto de jugadas de gol en el debut de Chile en la copa-, sino que eliminará desaciertos evidentes, haciendo del fútbol profesional una actividad más justa y transparente.

De acuerdo a la reglamentación de FIFA, el VAR puede ser utilizado para ratificar o retrotraer tres tipos de jugadas: goles, tarjetas rojas y penales, además de identificar a los autores de las faltas cuando los árbitros en el campo no puedan hacerlo, todas situaciones decisivas en el resultado de un partido. En dichos casos, los réferis del VAR, si identifican un error de juicio por parte del árbitro central, se lo comunican y es este último quien decide sobre la base de esos nuevos antecedentes. Ello permitirá reducir fuertemente los errores arbitrales -que se une a otras iniciativas en uso como el sistema que indica al árbitro cuando la pelota cruza la línea de gol- brindando más justicia a los resultados y poniendo trabas a prácticas ilegales, en una industria millonaria, ayudando a que la FIFA recobre parte de la confianza perdida luego de sucesivos escándalos de corrupción entre sus filas.

Lo anterior no obsta a que se debe ir perfeccionando la implementación del VAR de modo de no entorpecer la fluidez del juego, tal como otros deportes que han incluido recientemente apoyos tecnológicos -es el caso del tenis y el rugby- lo hicieron en su momento. Por ejemplo, que el VAR actúe solo a solicitud de los entrenadores cuando ellos tengan dudas sobre la exactitud de un cobro -con un número limitado por partido- o que se actúe, tal como en el fútbol americano, cuando exista "evidencia visual incontrovertible" para revertir la decisión original del juez. Como ocurre con todo cambio, al comienzo habrá resistencias, pero conforme jugadores, técnicos, árbitros, aficionados y la prensa se familiaricen con el sistema probablemente se superarán las aprensiones que hoy se manifiestan.

El gol viciado en el alargue de la final del Mundial de 1966 que dio su única copa a Inglaterra y el gol con la mano de Diego Maradona a los mismos ingleses en los cuartos de final de la copa de México veinte años después, son ejemplos del sinnúmero de decisiones equivocadas que marcaron la historia de las copas del mundo. Dichos errores también afectaron a la selección chilena, como la expulsión de Marco Estrada contra España en Sudáfrica 2010, o la extraña anulación del gol a Camerún en Francia 1998. Todas estas situaciones podrían haber sido solucionadas con tecnologías como el VAR. Así, este nuevo instrumento permitirá que sean los mejores equipos los que triunfen y limitará la influencia de los errores arbitrales en los resultados.