EL RECIENTE ataque cibernético ha alcanzado dimensiones inéditas. El virus WannaCry, que se dio a conocer masivamente el pasado viernes, alcanzó a 150 países y causó más de 200.00 víctimas hasta ahora, según la Europol. El programa, del tipo ransomware, funciona como un troyano que cifra los archivos y los bloquea, impidiendo su acceso incluso para un experto. En ese sentido, el mundo se vio enfrentado a un ciberataque sin precedentes.

Este hecho constituye un fuerte llamado de alerta, pues en un contexto cada día más globalizado, donde todo se realiza a través de la tecnología, este tipo de ataques no solo son cada vez más factibles sino que se irán haciendo más frecuentes. De acuerdo a las cifras de la firma de seguridad Kaspersky, los países más afectados por el virus -que ha recaudado 60 mil dólares por concepto de rescate de los archivos- son Rusia, Taiwán, Ucrania e India. Chile se ubica en el lugar 37°.

Al estar el mundo más vulnerable a este tipo de amenazas, que incluso pueden poner en riesgo el normal funcionamiento de empresas y de los servicios públicos, en Chile se debe reforzar la preparación dentro de las diferentes ramas de la seguridad nacional, con el fin de prevenir y combatir a tiempo estos hechos. Según la Política Nacional de Ciberseguridad, entre 2010 y 2015 ingresaron al Ministerio Público 4.648 casos bajos el rótulo de "delito informático".

Si bien se han tomado las medidas preventivas para evitar el impacto de un eventual ataque, se hace urgente que la comunidad internacional adopte una estrategia global para frenar esta escalada de delitos cibernéticos, y proteger a empresas, usuarios e infraestructuras de un fenómeno que, evidentemente, trasciende fronteras y pone en riesgo las relaciones internacionales.