Emilia Nuyado Ancapichún hizo historia esta semana. Sus 25 años como dirigente indígena y de un intenso trabajo en terreno al interior de las comunidades mapuche huilliches, respaldan su elección como la primera diputada indígena del país.  Durante cuatro  periodos (2000-2016) fue concejala en la comuna de San Pablo (X Región), y también consejera nacional ante la Conadi en tres periodos,  en ambos cargos electa con las primeras mayorías.  Su inédita campaña a diputada por el distrito 25 (Los Lagos Norte) fue favorecida también por el nuevo sistema electoral que busca la representación de las minorías, siendo arrastrada por la votación del diputado Fidel Espinoza (PS). Una lista donde fue incluida sin mayores pretensiones por el PS a nivel central, en donde milita desde el 2000, pero donde logró dar la gran sorpresa y marcar un hito en la historia del pueblo mapuche y en la participación política de las llamadas Primeras Naciones.

¿Cómo han sido estas primeras horas luego de haber obtenido su triunfo como primera diputada mapuche huilliche de la historia?

Estoy muy contenta de poder representar a mi pueblo, les agradezco a las comunidades del territorio huilliche y también a los no mapuches que me apoyaron y que también sueñan con lograr un Chile en  que  los mapuches y los no mapuches nos miremos en igualdad de condiciones.

¿Cómo logró ingresar a la lista del PS?

Entre por el cupo obligatorio para la mujer que se estableció. En un principio desde la institucionalidad del partido fueron muy pocos los que estuvieron apoyándome como candidata,  al inicio se puso mi nombre como para completar la lista y tuve que competir con otras dos chilenas de la terna propuesta. Fue muy difícil en un principio,  pero las comunidades salieron a defender nuestro espacio, ellos quería marcar la historia con una mujer mapuche huilliche que pueda llegar desde el territorio huilliche al parlamento. Ese fue el eslogan que trabajamos como mucho newén (fuerza).

¿Cuál es su cercanía con el PS?

Vengo de madre y padre hablante de chesungún (dialecto mapuche que se habla en territorio huilliche) que nos transmitió valores culturas y también políticos. Ellos siempre fueron de  pensamiento y de lucha de izquierda, siempre  fueron admiradores del gobierno que les quedó en el corazón, porque  se  apoyó a la clase trabajadora, al campesinado, y a los mapuches como fueron las políticas públicas instauradas en la década del 70, en el gobierno de Salvador Allende. De ahí mi inspiración en los movimientos sociales.

Usted ha marcado un hito histórico, pero tiene una  gran responsabilidad sobre sus hombros con las personas que representa en la X Región Norte.

Sin duda es un hecho histórico, pero también una conquista muy esperada. Es una conquista que dedico a los que han muerto en la movilización social para que un indígena llegue al Congreso,  a quienes han sentido el dolor y la discriminación, y  a los que soñaron también con llegar algún día al parlamento como lo estoy haciendo yo ahora. Pero con humildad y respeto quiero decirles a los legisladores que cuando hablamos de inclusión, esta tiene que ser más profunda,  y reconocer a las Primeras Naciones. Las políticas en materia indígenas se definen precisamente en el parlamento, no en la Conadi o el Ministerio de Desarrollo Social.

¿Qué expectativas tiene el mundo mapuche-huilliche del nuevo gobierno en formación?

Sabemos que nuestros sueños son difíciles,  pero se ha iniciado un camino que sabemos que será muy largo,  pero en donde la mirada de los candidatos tendrá que estar puesta en señalar  el  día de mañana que los pueblos indígenas en Chile tienen que estar en el parlamento chileno. Tienen que estar para defender una nueva visión de una sociedad, en que sigamos siendo un país unitario  e indivisible, yo estoy de acuerdo con eso, pero en esa nación indivisible tiene que haber, sí o sí,  participación política.

¿Propiciará escaños reservados para los pueblos originarios?

Exactamente, son cupos que le pertenecen por derecho por ser las Primeras Naciones en Chile,  esos cupos tienen  que estar garantizados en un Estado que dice ser inclusivo, y que por lo tanto reconoce que aquí existieron  primero el pueblo mapuche, el pueblo  aymarás o  los licanantay en el Norte, entre otros varios más.

¿A la hora de votar como diputada, cómo va compatibilizar su militancia política con los intereses del pueblo mapuche o del resto de los pueblos originarios?

La visión histórica y los  principios del PS fueron defender a la clase trabajadora, fue defender los intereses y los recursos naturales que nos pertenecen a todos, y si hoy día eso ha cambiado mucho en quienes han legislado, yo lamentablemente no puedo votar a favor cuando se afecte  a los  pueblos indígenas, ni cuando se esté afectando a los propios chilenos. En absoluto. El mandato que tengo de los chilenos y  del pueblo mapuche es votar a favor de ellos, es impulsar proyectos a favor de ellos, pero no terminar votando en  proyectos que terminen afectando a la ciudadanía.

¿Cómo se puede avanzar en buscar una solución para  La Araucanía?

Creo que ahora, en estos pocos días de segunda vuelta que quedan, es la oportunidad que aquellos que pretenden llegar a ser Presidente de la República escuchen las propuestas de los pueblos, y a La Araucanía no la han escuchado. Esto pese a las mesas de diálogo donde justamente han faltado los protagonistas. El convenio 169 señala que deben preguntarle a todas las instituciones representativas de los pueblos, no a algunas que consideren que tiene cierto liderazgo, por eso esas mesas  terminaron con algunas medidas que no fueron consideradas y aceptadas del todo por el pueblo mapuche en La Araucanía.

¿Qué es lo primero que habría que hacer a su juicio en este tema?

Lo que hay que hacer con el pueblo mapuche, con gobiernos de turno y con el Estado en conjunto, es revisar cuántas superposiciones de título de merced existen en La Araucanía y que hoy  están en manos de particulares y de las forestales. Luego cuántas de ellas están dispuestas a vender porque ellos hoy señalan que son los dueños desde que el Estado se las traspasó. Por lo tanto tiene que haber una voluntad del empresariado, de los particulares, y también  de las  comunidades para sentarse a dialogar y conversar. Y donde el Estado tiene que tener el presupuesto que se requiere para eso, y  eso no cuesta ni 80 mil ni 100 mil millones que es lo que se le ha traspasado a Conadi para adquirir  tierras, eso vale mucho más. Entonces, ¿cómo vamos a resolver los problemas de las reivindicaciones de tierra si existe tan poco presupuesto y cómo vamos a resolver si no dialogamos con las instituciones representativas de los pueblos?

¿Cuánto pesa esa falta de participación del pueblo mapuche  que usted advierte?

Pesa cuando todos se preguntan "¿cómo solucionamos este problemas? Se soluciona conversando con las propias instituciones representativas de los pueblos, en ese sentido hay un trabajo avanzado que reconozco en cada consejero mapuche que le ha tocado representar a su pueblo en la Conadi. Aun así, hay pueblos no representados en el consejo nacional pero también es importante ir y conversar con ellos. El convenio 169 es el que tiene que aplicarse hoy  en Chile, y el convenio indica participación,  consulta y  definir territorio, y donde el Estado tiene que garantizar el presupuesto que los pueblos indígenas necesitan. Pero eso no se ha hecho. También debe haber mecanismos de consultas, y ese mecanismo en el parlamento tampoco está. Si usted revisa verá que  no hay un procedimiento.

¿La visita del Papa a Temuco podría ayudar de alguna forma en este conflicto?

Yo  respeto la religión que profese cada ciudadano en Chile, pero para el pueblo mapuche la visita del Papa no tiene ninguna transcendencia, independiente de que muchos mapuches profesen la religión católica.

¿Cómo describiría su personalidad y estilo de trabajo?¿ Es verdad que cultiva un bajo perfil?

Lo del bajo de perfil no sé si es tan así, lo que sí sé es que hay muchas personas  o gobernantes que dicen que hacen muchas cosas en los  medios , pero  al final, no hacen nada.  Creo en que uno tiene que trabajar cerca de la gente, ellos son quienes a uno le tienen que validar y valorar, y por lo tanto aquí yo no necesité de los medios para que me dieran a conocer. Tampoco tenía lo recursos para que ellos informen quién era Emilia Nuyado. Aquí solo hay 25 años de trabajo con la comunidades, 25 años de lucha por ganar espacios y ser la su voz. Soy una mujer relativamente tímida , pero cuando se trata de afectar a nuestra gente, saco las garras y alzo la voz más fuerte que los otros.

¿Cuáles son las demandas del territorio mapuche- huilliches que usted defenderá?

El sueño de  ellos es tener mejores caminos, que la beca indígena sea un derecho, que los pueblos indígenas tengan real representatividad en el Congreso, sacar a las mineras que se quieren instalar en el territorio, y lograr que las aguas le pertenezcan  de nuevo a los pueblos indígenas. Ellos  tienen derechos consuetudinarios si viven cerca de ríos, lagos y riachuelos, pero resulta que  hoy son particulares lo  dueños, quienes  construyen sus minicentrales eléctricas y sus pisciculturas. Queda en evidencia que los intereses económico son los que mandan en este país.

¿Y cuál es el temor que tienen sus votantes  en esta nueva etapa que inicia?

Es algo  que me lo dijeron en muchos lugares donde fui,  que no me  transforme en alguien que va apoyar a las pesqueras, como ya ocurrió,  o peor aún, a las forestales o cualquier grupo económico que  pague por emitir el voto. Esa advertencia  ya la tengo y por lo tanto la tengo que cumplir.  Estoy bien advertida hoy,  y con mucho temor también por este nuevo desafío nuevo que sé no será fácil, pero tampoco imposible. Con esta elección  podemos ir abriendo espacios para que otros muchos como yo  estemos en el futuro en el Congreso y podamos apoyarnos,  en ese sentido me alegro mucho por la elección del senador Huenchumilla, eso fortalece mucho a nuestro pueblo.