Olor a muerte es lo que literalmente se respira en la capital de Haití, donde los socorristas trabajan contrarreloj para encontrar y sepultar a los muertos desperdigados por doquier luego del sismo que devastó al país el martes 12 de enero.

Los números, que las autoridades advierten van en aumento, son más que elocuentes: la Cruz Roja Internacional dijo que sus cálculos ponen la cifra de muertos en los 50.000.

En todo caso, en apenas un día de labores de rescate de cuerpos, el presidente René Preval indicó que se enterraron a 7.000 en una fosa común.

Naciones Unidas aseguró que al menos 36 integrantes de su fuerza de paz murieron y más de 150 están desaparecidos, en el peor desastre en la historia del organismo.

Y el tiempo apremia, porque después de tres días ya no habrá esperanzas de encontrar vivos a los que están atrapados bajo los escombros.

Los equipos de ayuda internacional, que ya empezaron a llegar a Haití desde múltiples países, "intentan encontrar más sobrevivientes. Las primeras 72 horas son esenciales para encontrar a muchos desaparecidos, tal como la experiencia indica que ha ocurrido en anteriores desastres", señaló el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

La capital, Puerto Príncipe, es un cementerio abierto: los cuerpos que no están enterrados en fosas improvisadas, comunes o profanadas, están apilados de a decenas frente a hospitales o casas, a la espera de que algún familiar los reconozca.

MAS CEMENTERIOS
El hedor es insoportable, porque muchos cuerpos no están envueltos. La Cruz Roja de Haití se quedó sin bolsas negras y el Comité Internacional informó que unas 3.000 están en camino.

Corresponsales relatan que una mujer llegó al frente de la morgue del Hospital General -donde cientos de cuerpos cubren el estacionamiento- y describió la ropa de su hija a los socorristas. Uno de ellos destapó un cuerpo para mirarlo de cerca. El olor a muerte fue tan fuerte y penetrante que todos los que no tenían una máscara puesta se cubrieron rápidamente la cara con las manos.

Sin embargo, la gente sigue descargando cuerpos de camionetas y apilándolos frente al hospital, incluso se están usando palas mecánicas para amontonarlos mientras se decide qué hacer con ellos.

En medio de la rapidez para enterrarlos con el fin de evitar una inminente epidemia, la otra tragedia es que será difícil identificar a todos.

El oficial de la Guardia Costera de Estados Unidos, Paul Cormier, advirtió que la cifra de muertos subirá rápidamente si decenas de miles de haitianos heridos, muchos con huesos rotos y pérdida grave de sangre, no reciben primeros auxilios en las próximas 24 horas.

Brasil, cuyas tropas lideran el contingente de paz de la ONU, propuso un plan de emergencia que incluye la construcción de un nuevo cementerio.

"CIUDAD MUERTA"
El mapa que dibujó la muerte en Puerto Príncipe empeora aún más los esfuerzos por mantener con vida a los sobrevivientes: la distribución de ayuda es lenta porque las carreteras están bloqueadas por escombros y autos chocados, las comunicaciones interrumpidas y las oficinas de agencias de ayuda dañadas y su personal muerto o desaparecido.

Por si fuera poco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que ocho hospitales resultaron destruidos o gravemente dañados.

Y por la noche, "Puerto Príncipe es una ciudad completamente muerta, porque hay decenas de cadáveres desperdigados por las calles dondequiera que uno se mueva", relata el enviado especial de BBC Mundo a Haití, Carlos Chirinos.

La única actividad que se siente en la noche es la del aeropuerto donde han estado aterrizando y despegando constantemente aviones que traen ayuda humanitaria y equipos de rescate venidos de todas partes del mundo, observa Chirinos.

El caos que invadió al devastado país provocó la ira de sus habitantes, muchos de ellos sin hogar, que levantaron barricadas con cadáveres este jueves en la capital para exigir que se aceleren los esfuerzos de asistencia.

ADVERTENCIA
Mientras la ayuda va acercándose, los sobrevivientes claman por alimentos y agua.

Es que la nación de 10 millones de habitantes tiene a un tercio de su población afectado por el movimiento telúrico, el peor en los últimos 200 años del país. Por eso, el subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, John Holmes, anunció que este viernes se lanzará un llamamiento humanitario de emergencia para asistir a la población damnificada.

Incluso, ya las autoridades haitianas se aventuraron a decir que el total de muertos puede alcanzar los 100.000 y que el número de damnificados podría llegar a tres millones de personas.

El cantante de hip hop haitiano Wyclef Jean describe las circunstancias como "el Apocalipsis" y afirma que su país necesita recibir US$1 millón en donaciones para sobrevivir.

"Nos pasamos el día recogiendo cadáveres, eso es lo que hicimos en todo el día. Hay tantos cuerpos en las calles que las morgues están repletas, los cementerios están repletos", le dijo a la cadena de televisión estadounidense Fox.