Señor director:

¿Será estructural la caída del crecimiento? Cabe la pregunta a propósito de una reciente columna del ministro de Hacienda. La hipótesis estructural estaría demostrada por una sostenida baja de las exportaciones, reflejando menor capacidad de exportar e innovar por parte de las empresas.

Pero si fuera un tema estructural, habría en el mercado laboral una correlación en términos del comportamiento de la tasa de desempleo, la cual muestra cierta estabilidad y niveles equivalentes a los observados durante la década de oro de la economía chilena en los 90. Una economía desacelerada por cuestiones estructurales debiera, además, experimentar mayores tasas de desempleo. Por otro lado, si su bajo dinamismo es estructural, tampoco es un fenómeno intempestivo, sino que se ha expresado con sistematicidad en el tiempo. Entonces cabe preguntarse qué hicimos para contrarrestar este punto de inflexión. No mucho.

Recordemos el potencial efecto que tienen las tasas de crecimiento sistemáticamente débiles. Algo similar pasa con el desempleo. Si permanece alto en el tiempo, provoca histéresis en la fuerza de trabajo. Los desempleados pierden sus habilidades y les cuesta cada vez más volver a encontrar un empleo. Ello provoca que la tasa de desempleo tienda a mantenerse e incluso aumente. Con un crecimiento sistemáticamente bajo, la economía pierde capacidad de crecimiento, al erosionarse sus fundamentos. En términos simples, se nos olvida cómo crecer.

En año de elecciones, el debate sobre el crecimiento continuará. Será interesante escuchar las propuestas para apuntalar la economía y, sobre todo, observar la audacia de las mismas.

Rodrigo Montero

Director Escuela de Ingeniería

Comercial Facultad de Economía y Empresa U. Diego Portales