Señor director:

Semana Santa recuerda la última cena de Jesús y sus 12 discípulos. En ella comían pan ácimo y recordaban la salida de los judíos de Egipto. Por ello, cuando se acerca esta fecha, los judíos de todo el mundo nos preparamos para celebrar Pesaj, una festividad que no solo sirve para conmemorar un importante hito de la historia, como los 400 años de esclavitud en Egipto, el éxodo, el cruce del desierto y del Mar Rojo, sino también para recordar la importancia de la libertad como valor fundamental.

Hemos mantenido la tradición de contar esta historia durante 3.000 años, recordando lo que dice la Torá (biblia): "En cada generación debe el hombre considerarse como si él mismo hubiese salido de Egipto". Es por eso que esta festividad permite reflexionar sobre el valor de la libertad en nuestras vidas. Es un momento para pensar qué nos esclaviza y cómo podemos liberarnos. A nivel colectivo es un llamado a repensar la sociedad en que vivimos, a instar por una más libre.

Cuando en Chile estamos hablando de migración, cuando se cuestiona la llegada de muchos que simplemente buscan libertad, es momento de recordar este valor universal al que todos deberíamos tener derecho.

Chile es y fue para los judíos un símbolo de libertad. Nuestros antepasados, que en número considerable huían de persecuciones espantosas, llegaron a un país como corolario de una incansable búsqueda de libertad. Vale la pena citar el Levítico, que vuelve a recordarnos la esclavitud y nos llama a ser generosos.

Llega Semana Santa, la festividad de Pesaj para nuestro pueblo y es por lo tanto un buen momento para pensar en compartir la alegría de la libertad.

Shai Agosin

Presidente de la Comunidad Judía de Chile