Señor director:

Un reciente editorial de La Tercera señala que mantener la obligación a las instituciones de educación superior de acreditarse en todas las áreas, incluyendo investigación, desconocería que "muchos jóvenes buscan una  formación menos compleja y focalizada en su inserción laboral". Sin embargo, esta exigencia lo único que hace es reconocer a las universidades en sus funciones fundamentales de docencia, investigación-creación y extensión, que es lo que las define.

El mismo proyecto de ley plantea que es conveniente establecer mejores definiciones de universidades e instituciones técnico-profesionales, de manera que se constituyan en pilares complementarios de la formación de las personas y en la cadena de creación, transferencia tecnológica e innovación.

Es así como el editorial crea una distancia ficticia entre inserción laboral e investigación, como si ésta no fuera parte fundamental de la relación existente entre universidades, empresas y el mercado de trabajo. Actualmente, la Universidad de Santiago de Chile cuenta con 180 solicitudes de patentes en trámite -93 ya concedidas-, lo que demuestra con hechos la gran conexión existente entre la investigación y el mundo empresarial, y el rol de las universidades como transformadoras del país.

Claudio Martínez

Vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación

Universidad de Santiago de Chile