Cuando Amy Winehouse murió, hace seis años, tenía 27 años, la "edad" de los ángeles malditos: la misma de Jimi Hendrix, Jim Morrison y Janis Joplin.

Da rabia pensar que su última aparición en un concierto haya sido un desastre. Tuvo lugar en Belgrado, ella estaba borracha, completamente ida. Subió al escenario mientras tambaleaba y no lograba pronunciar bien lo que decía. No logró cantar ni una nota de manera decente.

Cerró la noche entre silbidos, humillada en todo el planeta gracias a las implacables imágenes de las redes sociales.

La inevitable cancelación de su tour en Europa fue el trágico prólogo de un final anunciado.

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Su carrera duró pocos años: dos albumes, "Frank", del 2003, que marcaba un futuro prometedor, y "Back to Black", del 2006, que la hizo conocer al mundo. Demostró que estaba destinada a brillar.

En este último trabajo esta por ejemplo "Rehab", un tema, que fue un hit, en el que Amy responde "no, no, no..." a los padres que quería desintoxicarla.

Además de esas dos obras, fue una gran intérprete en vivo, apuntaba a la esencia de las emociones, no tenía una gran extensión y evitaba las acrobacias algo gratuitas de muchas de sus colegas más célebres.

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Conocía todos los secretos de la melodía, sabía cantar las baladas (por ejemplo, "Loveis a Loosing Game"), era una grande de la música "black", tenía su estilo, único pero hizo a su vez de una tradición.

"Back to Back" es un disco con arreglos y sonido perfectos. No es una casualidad que Amy haya logrado ser algo más que una tendencia: lo que hizo fue relanzar una nueva versión de la "Cool Generation" inglesa de la última parte de los años '80, en el sendero indicado por grupos como Style Council, Working Week y los primeros Everithing but the girl.

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Pero muy pronto Amy se convirtió en la protagonista de una suerte de "chimentos tóxicos". Tuvo un matrimonio desastroso con Blake Fielder-Civil, en el que no faltó nada: golpes, sobredosis, internaciones, él que terminó en la cárcel. Por último, llegó el divorcio.

El suyo fue un lento suicidio que tuvo lugar ante el público, bajo la mirada de todo el mundo.