Señor director:

Hemos visto el dolor de las familias y la frustración por la pérdida producto de los incendios. Pero también vemos el noble y sacrificado trabajo de brigadistas, bomberos y voluntarios, quienes trabajando juntos muestran la mejor cara de la humanidad cuando ella se levanta a pesar de perderlo todo.

Hay algo que el fuego no destruye, y es la capacidad de movernos con sentido de urgencia y enfocarnos en lo que importa, buscando soluciones rápidas y concretas. Ya estuvimos en Paredones y Hualañé construyendo las primeras viviendas de emergencia, y hoy junto a Fundación Vivienda nos haremos cargo de la reconstrucción en 19 comunas, levantando 500 casas en coordinación con la Onemi.

La resiliencia es una cualidad única que crece en el corazón de quien se niega a quedarse inmóvil frente a desastres e injusticias, de quien se reúsa a perder la esperanza y se levanta para unirse a otros, movilizándose colectivamente para hacerse cargo de la solución.

Somos conscientes de la urgencia; el fuego sigue avanzando y despojando a las familias de sus hogares. Esperamos que más personas se sumen a una tarea que es de todos, porque un voluntariado organizado y un trabajo coordinado con las autoridades locales y otras organizaciones sociales, es la mejor manera de ponernos a disposición de las familias afectadas. Como país tenemos la oportunidad de trabajar en conjunto sin perder de vista lo fundamental. Este es el momento propicio para la acción en que el bienestar de las familias esté en el centro. Lo que el fuego no destruye es la capacidad de trabajar juntos.

Juan Cristóbal Beytía

Capellán TECHO-Chile