La batalla legal entre Warner Bros. y los herederos del escritor J.R.R. Tolkien finalmente se resolvió. La compañía reveló este lunes que se llegó a un amistoso acuerdo con los descendientes del creador de El Señor de los Anillos y El Hobbit, quienes en 2012 demandaron a la empresa por infringir los derechos de autor y violar el contrato que habían firmado para llevar al cine las novelas del famoso escritor británico de origen sudafricano.

Según los demandantes y la editorial HarperCollins, Warner solo podía comercializar la mercancía "tangible" relacionada a la saga, pero no extender eso a ventas digitales en el caso de los videojuegos, por ejemplo. Por ese motivo, se exigían US$ 80 millones en compensación.

Cinco años después, la compañía confirmó el fin del conflicto legal a través de un escueto comunicado, que aunque no reveló detalles de cómo se zanjó el problema, asegura que fue en buenos términos para dejar abierta la posibilidad a futuros lazos. "Las partes están satisfechas tras haber resuelto amigablemente este asunto y esperamos trabajar juntos en el futuro", indicó el escrito publicado por The Hollywood Reporter.

No fue este el único problema judicial que enfrentaron ambas partes. En 2008, New Line Cinema, filial de Warner Bros., fue demandada por los descendientes de Tolkien por la trilogía El señor de los anillos (2001, 2002 y 2003). En ese litigio se pidió US$220 millones, monto que correspondía a una supuesta deuda por las ganancias de esas películas. Los denunciantes, que amenazaron con el bloqueo del estreno de la precuela El hobbit, finalmente obtuvieron US$ 100 millones en un acuerdo judicial resuelto en 2009, gracias a un contrato firmado por el novelista en 1969 respecto a su patrimonio.

En total, la franquicia cinematográfica ha recaudado US $5.847 millones en la taquilla mundial, sumando las trilogías de El señor de los anillos y El hobbit.