Adiós a Las Vegas: Claudio Fischer congela megaproyecto por alza de tasas de interés

El jueves, el controlador de Dreams le comunicó a ejecutivos de Las Vegas Convention and Visitors Authority (LVCVA) que no concretaría la compra del terreno en Las Vegas. El alto costo de endeudamiento hacía inviable el proyecto. Su idea ahora es esperar y volver a ofertar en el futuro, si el paño sigue disponible. Hoy, LVCVA está en libertad de acción para venderlo a un tercero.


Había sido su sueño desde niño, desde que a los cuatro años fue a Las Vegas con su padre y le dijo que levantaría un casino en esa zona. Lo intentó dos veces y siempre se le adelantó alguien. La tercera oportunidad parecía la vencida; pero la economía le jugó una mala pasada. El anhelado deseo del socio de los casinos Dreams, Claudio Fischer, terminó ayer... al menos, por el momento. En una reunión que sostuvo con ejecutivo de Las Vegas Convention and Visitors Authority (LVCVA), les comunicó que no seguiría adelante con la compra del terreno.

Fue en octubre de 2021 cuando el LVCVA -la agencia gubernamental para la organización y el marketing del sur de Nevada- autorizó al empresario para adquirir en US$ 120 millones un terreno de cuatro hectáreas en la zona de The Strip, la más emblemática de Las Vegas. Se trataba específicamente de un paño en la intersección de las avenidas de Las Vegas y Elvis Presley, en una punta del terreno donde se ubica Las Vegas Convention Center, de propiedad de LVCVA. Y frente al tradicional Circus Circus.

En ese momento se estableció que el pago se concretaría antes de junio de 2022, finalmente la autoridad postergó el pago para noviembre, previo depósito de un monto por ese retraso, pero Fischer pidió más tiempo, hasta el 15 de diciembre. Y ese deadline llegó.

En los últimos meses, el empresario comenzó a analizar fríamente los números del negocio. Y la tasa de interés diluyó sus proyecciones. La Reserva Federal de Estados Unidos ha subido la tasa durante siete oportunidades consecutivas. Si en marzo estaba en el 0,25%, hoy va en el 4,25%, redundando en el costo de los créditos. Las tasas de las hipotecas fijas a 30 años alcanzaron en ese país un 7,08% en octubre y noviembre, su mayor nivel en dos décadas.

Fischer no sólo necesitaba endeudarse para cubrir parte de los US$ 120 millones que debía cancelar para adquirir el terreno, sino que además -explican contactados- este nivel de tasas complica la construcción. Y hacía insostenible financieramente el proyecto. “La parte que debe financiar le exigía endeudarse a un mayor valor, con la consiguiente necesidad de obtener mayores retornos del proyecto”, señalan varios contactados. Fischer tenía hasta el 2031 para iniciar la construcción; pero su idea siempre fue partir en máximo un par de años. Este tipo de proyectos alcanzan retornos promedio de entre el 10% y el 15%. Y fuentes revelan que el financiamiento que sondearon superaba el 10%. “Con este nivel de tasa, ningún proyecto comercial se puede realizar”, destacan. En un escenario, además, donde se prevé que este nivel permanezca al menos por 12 a 15 meses, un tiempo mayor al que el grupo asesor del empresario había estimado inicialmente. De hecho, el presidente de la FED aseguró a mediados de diciembre que si bien las alzas serían más moderadas, estas seguirían, y aún quedaría un largo camino para volver a la estabilidad de precio.

El desarrollo que preveía hacer Fischer en Las Vegas consistía en un hotel de 50 pisos y 2.000 habitaciones, acompañado de un casino con unas 2.000 máquinas. La inversión era de entre US$ 1.500 y US$ 2.000 millones, muy por sobre el negocio que han armado en Dreams, donde el casino más grande que operan es Monticello, de unos US$ 300 millones.

Dado ello, el empresario ya había visto potenciales socios para esa iniciativa. Se habría tratado de un banco de inversión norteamericano y un grupo mexicano que actualmente opera Arenas y canales de televisión en el país. Ellos mismos habrían compartido la idea de postergar todo el desarrollo en Las Vegas. “Quedarse mucho tiempo financiados caro puede comerse toda la rentabilidad del proyecto. Hoy no hay claridad de poder partir en un par de años”, subrayan cercanos al empresario.

Para Fischer, sin embargo, este no sería el fin. Su objetivo es esperar hasta que la situación se normalice para luego volver a contactar a los ejecutivos de LVCVA y apostar nuevamente por el paño. Eso sí, hoy el operador de Las Vegas está en libertad de acción para enajenar el terreno a un tercero. Actualmente, no existen nuevos interesados. De hecho -fuentes al tanto- explican que en la zona sólo se están construyendo desarrollos antiguos que contarían con créditos a tasas convenientes. “Claudio necesita esperar un tiempo para tener visibilidad acerca de la salida final del proyecto, o si no, es muy riesgoso”, resume un conocedor.

Para LVCVA, sin embargo, la renuncia temporal del empresario es compleja. De hecho, las prórrogas en el pago daban cuenta del interés de que el negocio se concretara. Hasta fines de noviembre, el presidente y gerente general de la organización, Steve Hill, repetía en medios locales que el trato con Fischer continuaba, aunque subrayaba que los US$ 120 millones eran una cifra inamovible. El dinero comprometido por la compra del terreno estaba destinado a financiar parte de la fase 3 de renovación de Las Vegas Convention Center, que debiera estar en 2025; un proyecto de US$ 600 millones y en las presentaciones realizadas por la organización se establecían los US$ 120 millones de Fischer como parte de ese total. Dado ello, si bien es complejo que haya interesados, de aparecer es muy probable que LVCVA lo enajene... mientras tanto, Claudio Fischer esperará que las condiciones se normalicen para ver si finalmente puede concretar su antiguo sueño.

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