Banco Central consideró la opción de ser más agresivo en su recorte de la tasa de interés

Banco Central consideró la opción de ser más agresivo en su recorte de la tasa de interés

En la reunión de política monetaria de fines de enero, en que la que se acordó bajar la TPM en 100 puntos base a 7,25%, también se analizó la posibilidad de reducirla en hasta 150 puntos, según las minutas del encuentro, publicadas este jueves.


El Consejo del Banco Central consideró la posibilidad de ser más agresivo en su último recorte de la Tasa de Política Monetaria (TPM).

De acuerdo con las minutas de la última reunión de política monetaria realizada a fines de enero, en la que se decidió bajar la TPM en 100 puntos base de 8,25% a 7,25%, los consejeros también analizaron la opción de reducirla en 125 puntos y hasta incluso en 150 puntos.

Todos los consejeros concordaron en que la evolución del escenario macroeconómico daba cuenta de una inflación que estaba convergiendo a la meta de 3% a una velocidad mayor que la prevista hace un tiempo, señala el documento dado a conocer este jueves.

En este escenario, hubo acuerdo en que la TPM debería llegar a su nivel neutral durante la segunda parte de 2024. Coherente con ello, todos los consejeros estimaron necesarios recortes de tasas más agresivos que los contemplados en el escenario central del Informe de Política Monetaria (Ipom) de diciembre, añaden las minutas.

31/01/2024 NUEVO CONSEJO DEL BANCO CENTRAL FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Opciones

“Varios consejeros consideraron las opciones de recortar la TPM en 100 y 125 puntos base. Un consejero estimó adecuado analizar la reducción de 150 puntos, aunque agregó que para aplicar un cambio de ese orden en la estrategia de política monetaria sería preferible esperar al próximo Ipom”, indica el documento.

Todos los consejeros coincidieron en que las opciones planteadas reflejaban la necesidad de ir reduciendo la restricción monetaria a un ritmo más rápido que el previsto hace un tiempo. Por lo mismo, las diferencias respecto de implementar una u otra pasaban más por componentes tácticos.

La opción de reducir la TPM en 100 puntos tenía la ventaja de que no constituiría una gran sorpresa para el mercado, pero debía ser acompañada de una comunicación clara en cuanto a que la TPM llegaría a su nivel neutral antes que lo previsto en el Ipom de diciembre. Ello privilegiaba el señalizar antes que sorprender, lo que tenía especial valor en condiciones de mayor volatilidad e incertidumbre.

Respecto de la opción de 125 puntos se indicó que su ventaja era que permitiría acercarse con mayor velocidad a niveles más bajos lo que podía ser preferible dada la rápida caída de la inflación y estado de la brecha de actividad.

Un consejero señaló que esta opción o un recorte mayor, a su juicio, respondían de mejor forma al escenario macro y reducían los riesgos de una inflación que fuera más baja que lo deseado.

Varios de los consejeros señalaron que una baja por sobre 100 puntos podía constituirse en una sorpresa que podría generar una volatilidad innecesaria en algunos precios financieros, lo que terminaría afectando la correcta transmisión de la decisión del consejo. Mencionaron que una de las características deseables de la política monetaria era su predictibilidad. Esto no implicaba que el consejo debía tomar decisiones guiado por lo que esperaba el mercado, sino que él debía guiar al mercado respecto de la evolución futura de la política monetaria, añade el documento.

“Esto podía lograrse con una decisión de 100 puntos en esta oportunidad, lo que permitía acumular más antecedentes para afianzar el diagnóstico sobre el estado de la economía en el próximo Ipom (de marzo) y dar en esa ocasión una comunicación clara de su trayectoria futura”, indican las minutas.

Sin sorpresas

En su decisión el Banco Central se alineó a las expectativas del mercado que, en su mayoría, esperaban que el recorte de la TPM fuera de 100 puntos base. La reunión de enero tuvo dos ingredientes adicionales: debutó el nuevo consejero Claudio Soto y Stephany Griffith-Jones llegó a la instancia como vicepresidenta.

La decisión monetaria no fue unánime, puesto que Luis Felipe Céspedes votó por un recorte de 125 puntos base, desmarcándose de la opinión que tuvieron la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, la vicepresidenta Stephany Griffith-Jones y los consejeros Alberto Naudon y Claudio Soto.

El instituto emisor dio inicio en julio a su esperado proceso de reducción en la TPM bajándola de 11,25% a 10,25%, y en su reunión de septiembre continuó con las disminuciones al recortarla a 9,5%, para luego en octubre llevarla a 9%, en diciembre a 8,25%, y en enero a 7,25%.

Según la última Encuesta de Expectativas Económicas, difundida el lunes por el Banco Central, el mercado prevé que el instituto emisor bajará la tasa de interés en 100 puntos a 6,25% en su próxima reunión de política monetaria de abril y seguiría recortándola hasta llegar a un nivel de 4,25% a fines de 2024.

En el sondeo anterior se estimaba que el Banco Central llevaría la TPM a 4,75% a fin de año.

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