Expresidentes de Codelco aplauden acuerdo para ingreso anticipado al salar de Atacama

Salar de Atacama, zona donde está ocurriendo este proceso.

Diego Hernández y Marcos Lima coinciden en los beneficios que el esquema acordado supone para todas las partes involucradas, y destacan el rol de Máximo Pacheco como líder de la negociación. Sin embargo, difieren en cómo dar continuidad al resto de la estrategia nacional del litio.


Un buen acuerdo para todas las partes, que da tiempo tanto a SQM para asegurar la continuidad operacional en el salar de Atacama mientras define su futuro, así como también otorga plazo y conocimiento a Codelco para aprender de un negocio nuevo antes de asumir la tarea operacional. Así resumen dos expresidentes ejecutivos de Codelco su favorable visión al acuerdo conseguido por la cuprífera estatal con la minera privada ligada al grupo Pampa y a la china Tianqi, para extraer en forma conjunta el denominado oro blanco desde el principal depósito a nivel mundial.


No te pierdas en Pulso


Diego Hernández, quien ejerció como el máximo ejecutivo de la estatal durante el primer período presidencial de Sebastián Piñera, lo resumió como “un win-win”, remarcando que el convenio beneficia a SQM, ya que “le permite la continuidad de sus operaciones e incluso aumentar en plazo y en cantidad la producción” hasta 2030, manteniendo el control de la operación y comercialización de litio, agregando que además le permite “ganar tiempo y preparase para después del 2030 en su estrategia de litio”. Y, en el caso de Codelco, destaca, el acuerdo “le permite empezar a tener resultados en forma inmediata y le da tiempo también para ir preparándose para operar más adelante”.

Imagen DIEGO HERNANDEZ 194
Diego Hernández

En un panorama más amplio, Hernández también evalúa que el anuncio realizado en forma conjunta por las empresas supone un avance en la estrategia gubernamental anunciada en abril, pese a los reparos que surgieron desde entonces.

“El gobierno tiene esta política del litio que, como estaba planteada, era difícil concretar algo. Entonces, el haber hecho esto a través de Codelco, con lo que obtuvieron tanto Codelco como SQM, me parece que es un buen acuerdo”, resume.

Consultado sobre si el convenio significa además un potencial alivio a la elevada carga financiera de Codelco, que acumula una deuda neta por más de US$18.000 millones, Hernández descarta conexiones entre un tema y otro.

“Yo no creo que no hay que verlo como un salvavidas para Codelco”, afirma, ya que, en su visión, la compañía “está representando al Estado”, e insiste que el acuerdo permite a la estatal “prepararse para el futuro cuando se tenga que hacer cargo de la operación, porque hoy día, Codelco no tiene ninguna expertise, ningún know how en litio”.

En esa línea, Hernández enfatiza que lo acordado entre SQM y Codelco “creo que para el Estado de Chile es bueno, porque hay continuidad en la inversión, probablemente habrá inversiones para aumentar la producción”.

“Les conviene a todos, pero sobre todo al Estado de Chile porque va a haber más inversión, más actividad y más impuestos”, remarca.

A lo anterior, suma que para Codelco el tiempo para aprender de un negocio nuevo, significará beneficios en otra operación de litio, como lo es el salar de Maricunga, “que es un proyecto que va a demorar más, pero cuando lo haga, va a hacerlo usando el know how que va a tener a partir del acuerdo con SQM”.

En Maricunga, Codelco también se apresta a tener avances. En octubre pactó la compra de Lithium Power International, la firma dueña del proyecto salar Blanco, en unos US$244 millones, operación que se cerrará en el primer trimestre de 2024. Allí, el acuerdo con SQM también le significa beneficios, luego que la privada aceptara transferirle todas sus pertenencias. Con ello, suma otras 6 mil hectáreas a las 25 mil que ya tenía por cuenta propia, además de las 25 mil más que sumaría con la compra de salar Blanco.

En una línea similar a Hernández se ubicó Marcos Lima, expresidente ejecutivo de Codelco entre 1996 y 2000, bajo el mandato presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Para el ingeniero, el resultado de las negociaciones supone beneficios para todas las partes involucradas.

“El Estado, aprovechando su posición negociadora, está consiguiendo un porcentaje de participación en el negocio del litio bastante relevante, está aprovechando la coyuntura para hacer crecer el negocio, está acercando el conocimiento a una compañía como Codelco, que no contaba con esas capacidades y, por último, está afirmando también, y eso lo transforma en un win-win, a una compañía como SQM que va a tener un horizonte de planeación mucho más grande en el negocio del litio del que contaba con el contrato que terminaba el 2030. Hay un juego de ganancia por todos lados”, explica.

Por eso, evalúa “muy positivamente” los términos acordados por ambas compañías, y reafirma una de las tesis que venía impulsando para el futuro de Codelco, desde hace ya tres años.

“Codelco debiera transformarse en un gigante verde, empujando aquellas actividades que son relevantes a propósito del cambio climático”, sostiene.

Con todo, reconoce cierta sorpresa ante los resultados de las negociaciones. “Jamás imaginé que iba a ser tan rápida esta posibilidad por parte de Codelco de entrar a las ligas mayores, acompañado de uno de los grandes actores internacionales como SQM, así que es fantástico. Para mí, es una oportunidad única para que Codelco se transforme en una compañía minera global”, analizó.

El rol de Pacheco

Tanto Hernández como Lima coinciden también al momento de destacar el rol de liderazgo que tuvo el actual presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, en el marco de las negociaciones.

De hecho, para el expresidente tanto de la Sociedad Nacional de Minería como del Consejo Minero, el caso representa “”es un buen empleo para el gobierno de que efectivamente se pueden hacer cosas, y no quedarse en el puro discurso”.

“Si vemos todas las buenas intenciones que puede tener el gobierno de reactivar la economía, en la práctica hay pocos resultados concretos. Creo que en esto sí obtuvo un resultado concreto, y Máximo Pacheco dijo que quería cerrar esto antes de fin de año y lo cerró”, indicó Hernández

En esa línea, el también ex Antofagasta Minerals planteó que “si hace algunos años atrás, cuando la gente que hoy participa del gobierno era oposición, hubiera dicho que cuando fueran gobierno iban a lograr un acuerdo con SQM para desarrollar juntos el litio, nadie lo hubiera creído. Es el ejemplo más extremo de lo hipotéticamente imposible y se logró. Ojalá que sirva de ejemplo para que haya otros acuerdos, y que probablemente son más sencillos de obtener que este”.

El presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco

Por su parte, Lima destacó que Pacheco “demostró en esta negociación el talento que todo el mundo le reconoce, en términos de su capacidad negociadora, de su experiencia como ejecutivo internacional, y creo que sobre todo en dar una muestra de eficacia. No hay que perderse en otro propósito que no sea sacar el máximo provecho para la empresa que él representa, y por consiguiente, para el país”.

Qué hacer con los otros salares

En un punto donde no concuerdan Hernández y Lima tiene que ver con la otra parte de la estrategia gubernamental para el despliegue de la industria del litio: el llamado a licitación internacional para que distintos actores, mediante alianzas público privadas, obtengan licencias para explorar el recurso mineral en distintos salares, y luego optar a licencias preferentes para desarrollar su explotación.

Dicho proceso, si bien está calendarizado para que ocurra dentro del primer semestre de 2024, depende también de otras definiciones, como cuáles de los depósitos serán reservados para el cuidado del medioambiente, así como también cuáles calificarán como estratégicos y cuáles no, diferencia que marcará la participación mayoritaria del Estado en las alianzas público privadas en ellas.

Para Hernández, dicho esquema no permitirá destrabar inversiones, y ve necesario avanzar en paralelo en hacer concesible la explotación del litio para permitir el impulso del sector privado.

“Si tu quieres desarrollar los derechos que no son del Estado, lo más fácil es que el litio sea concesible. Es la mejor manera de poder destrabar este tema, y hay una serie de proyectos, que son de mediana minería, con inversiones de US$200 millones, US$400 millones o hasta US$600 millones, y se podría hacer lo que está pasando en Argentina, con esta serie de salares que están entrando en explotación”, comenta.

En su análisis, el acuerdo entre SQM y Codelco es positivo, pero la principal diferencia con el resto de los salares radica en que el principal titular de las pertenencias en el salar de Atacama es el Estado, a través de Corfo, y no son privados, como en el resto donde existen “proyectos muchos más chicos, y está todo trabado porque el litio no es concesible”

“Si fuera concesible, estaríamos compitiendo con Argentina”, insiste.

Por eso, ve necesario revisar dicho esquema de la estrategia gubernamental, porque “es super lento y no van a llegar muy lejos, porque en el fondo es dar una concesión sobre algo que todavía no está descubierto ni está estudiado”.

En la otra vereda, Lima prevé que el desarrollo de proyectos emblemáticos, como el caso del salar de Atacama “cambian el ánimo y el ambiente del mundo de los negocios, y también de las personas, y creo que aquí estamos en presencia de eso”.

“Si eso le insufla fuerzas al resto de la estrategia nacional del litio, que es equilibrar el cuidado del medioambiente con la explotación de los recursos naturales, sobre todo en una coyuntura estratégica que Chile por casualidad encontró, con una no concesibilidad del litio, estamos en condiciones de sacarle más provecho”, plantea.

Lima, si bien es consciente de que la exigencia de control estatal en depósitos que sean calificados como estratégicos puede ser calificada como un “pie forzado”, sostiene que “en la medida que uno actúa pragmáticamente, tiene que darse cuenta si es que tiene agua en la piscina o no, y lo importante es sacar adelante las cosas”.

En esa línea, grafica con una frase que dice utilizar en el marco de su rol académico, y pide dar una oportunidad al diseño originalmente planteado para ver si obtiene resultados.

“Una estrategia sin implementación es pura palabrería y, por lo tanto, creo que es importante la implementación; si la estrategia no es implementable, hay que cambiarla. Pero eso no significa cambiarla antes de entrar a la arena de la negociación, porque ¿Cuántos dijeron que Codelco y SQM no tenían forma de llegar a un acuerdo razonable?, y hoy día todo el mundo aplaude”, lanza.

“Hay que darle espacio al proceso de negociación en los otros salares antes de cambiar la estrategia. Si efectivamente no funciona, efectivamente hay que cambiarla, pero antes de eso, probemos”, remarca Lima.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.