La inflación en EEUU llega en enero a nuevos máximos desde 1982 y le pone más presión a la Reserva Federal

En Estados Unidos la inflación tampoco da tregua. El Departamento del Comercio anunció esta mañana que el IPC experimentó una variación de 0,6% en enero, una décima más que la media de las proyecciones de los expertos.

El dato de diciembre además fue corregido al alza desde un 0,5% a 0,6%, todo lo cual supone mayor presión para la Reserva Federal y para la tasa de interés. Claro porque la inflación acumulada en doce meses trepó a 7,5%, un registro no visto desde febrero de 1982.

Excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, los llamados precios subyacentes aumentaron un 6% respecto al año anterior, también la mayor cantidad desde 1982, y un 0,6% respecto al mes anterior.

En medio de los altos niveles del precio del petróleo, el ítem de energía sigue teniendo un gran impacto en la canasta de los estadounidenses. El índice de precios de la gasolina se disparó 40% en el primer mes de 2022, mientras que el del gas natural y la electricidad subieron 23,9% y 10,7% interanual.

Por su parte, el costo de los alimentos subió 0,9%, cuatro décimas más que el mes anterior.

Los costos de vivienda, que se consideran un componente más estructural del IPC y representan alrededor de un tercio del índice general, aumentaron un 0,3% en rección a diciembre. El aumento reflejó el mayor aumento en el arriendo de la residencia principal desde mayo de 2001. El alquiler equivalente de los propietarios también aumentó, dijo Bloomberg.

El IPC más alto de lo esperado aumenta las expectativas sobre la trayectoria que tomará la tasa de interés en la mayor economía del mundo. Hasta antes del dato, las apuestas del mercado apuntaban a que la entidad dirigida por Jerome Powell elevaría la tasa cinco veces este año, partiendo en marzo. Las subidas serían en intervalos de 25 puntos base.