El reciente descubrimiento de algunos restos del malogrado Hércules C-130 de la Fach es sólo uno de los pasos para revelar las posibles razones del por qué del accidente de la aeronave, caída en medio del tormentoso Mar de Drake. Porque a partir de este momento comienza un nuevo proceso: la ubicación y recuperación, con métodos y tecnología similares a los utilizados en otros accidentes navales o aeronáuticos.

¿Ejemplos? el Titanic, hundido en 1912 en el Océano Atlántico a 3.800 metros de profundidad; el accidente del Air France 447 en el Atlántico Sur en 2009 a 3.900 metros de profundidad; y el vuelo 295 de South African Airways, que cayó en 1987 al Océano Índico a 4.900 metros de profundidad.

https://twitter.com/FACh_Chile/status/1204887986300751872

En todos estos casos fueron necesarias técnicas similares a las que hipotéticamente, se deberían emplear en la recuperación de los restos del avión de la Fach, cuya ubicación en el Mar de Drake se sitúa en un área con una profundidad de 4 mil metros, similar a los ejemplos antes mencionados.

Así, considerando que el presidente Piñera afirmó que se realizarán "todos los esfuerzos humanamente posibles por descubrir las causas y encontrar los restos de este accidente", bien cabe analizar cuáles son las posibilidades reales de recuperar del fondo marino estos elementos, asumiendo que no se encuentran en la superficie.

Parte de la respuesta la tiene un científico chileno, que en 2018 alcanzó lo más profundo de las costas nacionales a más de 8 mil metros de profundidad. Casi el tamaño del monte Everest.

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La fosa

Osvaldo Ulloa, Director del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), tiene vasta experiencia en el área de los océanos profundos. En febrero del año pasado, gracias al financiamiento de Conicytlogró descender un vehículo no tripulado a la fosa de Atacama, situada frente a las costas de Antofagasta. Ahí, donde alcanza su mayor profundidad, descubrió que los 8.065 metros que relataba la literatura científica en realidad eran 8.081 metros, jamás alcanzados por alguna expedición de estas magnitudes.

En relación a la posible operación para recuperar los restos del C-130 del fondo del mar, Ulloa señala que el primer desafío es ubicar el punto exacto para ubicar el instrumental requerido: "Hay que mapear el área y obtener una señal acústica mediante un sonar, buscando detectar algo que se encuentre sumergido, de la misma forma que ocurrió con el submarino argentino San Juan, o cuando descendimos a fosa de Atacama", afirma.

"La embarcación que vaya debe tener la capacidad de mapear con buena resolución el fondo del mar, y ojalá detectar cualquier objeto que por lo menos en apariencia, se parezca al resto del avión", agrega.

Eso, según el científico, implica tener tecnología acústica superior como la del buque de investigación ocenográfica Cabo de Hornos, que participó en la búsqueda del submarino argentino, y le permitió a los investigadores encontrar el lugar más profundo de la fosa de Atacama.

Sin embargo, es distinto descender con un vehículo no tripulado, versus intentar reflotar una masa como la del submarino San Juan, que fue encontrado a 900 metros de profundidad. Mucho menos que el avión de la Fach.

"No pensemos que vamos a encontrar trozos grandes del avión. En el San Juan se demoraron un año en encontrarlo, y eso que medía 65 metros de largo", asegura el ingeniero estructural y analista en defensa Eduardo Santos.

"Además, el Océano Atlántico es malo, pero el Mar de Drake es terrible", sentencia.

https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/las-condiciones-del-mar-de-drake-zona-del-avion-siniestrado/933242

"Extremadamente difícil"

"Indudablemente, si ya tenemos ubicada el área e identificamos las posibles estructuras, ahora debemos llegar abajo con vehículos remotos o robots. Y eso tampoco significa que puedan bajar a 4 mil metros de profundidad", asevera Osvaldo Ulloa.

"Eso es altísimo, son pocos los robots que pueden descender a esas profundidades. La mayoría lo hace a cientos o mil metros, pero 4 mil lo logran pocos aparatos en el mundo. La presión es muy alta", añade.

"La tarea me parece extremadamente difícil, porque las condiciones climáticas del lugar -algo que confirman quienes lo navegan- hacen que cualquier maniobra sea compleja. Además hay que pilotear el vehículo ya sea por cable o de forma remota, lo que se complica aun más debido a las corrientes marinas", explica el director del IMO.

Ulloa se refiere a la fuerte corriente circumpolar del Mar de Drake, que va de oeste a este (Pacífico al Atlántico), rodeando a la Antártida, lo que hace más compleja la operación.

http://latercera.com/nacional/noticia/las-dudas-posibles-causas-del-accidente-del-hercules-c-130/936967/

Otro problema

Por otro lado, una vez descendidos y suponiendo que sorteamos las dificultades de las corrientes marinas, aparece otro inconveniente: la oscuridad absoluta. 

"A esas profundidades no hay luz. Es necesario ir con focos y cualquier maniobra es muy compleja", indica el director del IMO, añadiendo una duda más: "¿Qué hacer si encontramos un ala?"

De acuerdo a Eduardo Santos, una pieza de ese tamaño sería muy importante, ya que si los restos muestran signos de alguna explosión o están chamuscados, podría revelar qué le ocurrió al C-130.

"Cómo logramos que esa estructura flote?", se pregunta Osvaldo Ulloa. "No hay ningún robot que saque un brazo y pueda levantar algo así, a esa profundidad y con ese peso".

"Ese es otro desafío. Habría que instalar algún sistema de flotación; una cosa es encontrarlo y otro llevarlo a la superficie", agrega. "El Titanic está a 3.800 metros de profundidad y es muy difícil llegar a él", asevera.

Sólo en la superficie

Según fuentes de la Fuerzas Armadas, la institución no cuenta con equipamiento para realizar esta tarea. Sólo existen submarinos que alcanzan 450 metros de profundidad, por lo que la búsqueda se encuentra actualmente enfocada en el rescate de los restos en la superficie. En caso de querer acceder a los restos en las profundidades, sería necesario contratar a privados.

Además, la institución comunicó que el área de los últimos restos descubiertos se sitúa 100 Km al sur de los hallazgos anteriores, por lo que una operación de aguas profundas por el momento, parece poco probable.