Durante todo el año convivimos con virus respiratorios, pero en invierno tienden a concentrarse y aumentar su contagio entre las personas. En el hemisferio norte, y especialmente en Estados Unidos, esta temporada el virus influenza AH3N2 ha causado estragos y su comportamiento es impredecible, por eso los científicos hoy trabajan en una vacuna universal.

"Los virus influenza no son estables. Constantemente cambian su secuencia y las proteínas que tienen en la superficie mutan", explica Pablo González, investigador del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII). Esto les permite no ser detectados fácilmente por el sistema inmune y es la razón por la que hay que vacunarse cada año.

"El virus sarampión, por ejemplo, tiene pocas variantes. Por eso nos vacunamos una vez y nuestro sistema lo reconoce siempre. La influenza es un grupo de virus, conocemos cuatro que afectan principalmente al humano, pero hay muchos más en animales. El problema es que cada vez que se multiplica modifica las proteínas que están en su envoltura y nuestras defensas ya no las reconocen tan perfectamente", señala Jeannette Dabanch, infectóloga y coordinadora del Comité de Enfermedades Emergentes de la Sociedad Chilena de Infectología.

Dos veces al año, la OMS reúne la información de las principales cepas de virus circulante y recomienda cuáles de ellas se deben incluir en las vacunas (las más agresivos y que representan riesgo de epidemia). Con esa información, los laboratorios farmacéuticos desarrollan las vacunas para cada hemisferio. "Las vacunas se deben ir adecuando a la variante que más está circulando", agrega González.

En la actualidad, aunque la vacuna no contenga la misma cepa específica de la gripe circulante, de todas maneras ofrece algún nivel de protección.

Vacuna universal

Ante esta realidad, son muchos los equipos que en diferentes partes del mundo trabajan en desarrollar una vacuna universal para el virus influenza, de manera que una sola vacuna sirva para varias cepas de influenza y al mismo tiempo proteja por más tiempo y no sólo unos meses.

Una compañía del Reino Unido ya dio un paso importante en esta búsqueda en enero pasado. Vaccitech, una empresa privada nacida bajo el alero de la U. de Oxford, inició un ensayo clínico fase dos (seguridad) de una vacuna universal contra los virus influenza. La vacuna ha sido bautizada como MVA-NP + M1 y ya se anunció que para los próximos dos años se invertirán 27,6 millones de dólares, dinero que aportarán nuevos inversores, entre los que está Google Ventures. Por ahora, la vacuna ha sido probada con éxito en 145 personas. Su función es presentar al sistema inmune un tipo de proteína que el virus no modifica para que sea memorizada y reconocida, y al mismo tiempo, aumenta la cantidad de células T, un tipo de célula del sistema inmune encargada de identificar al extraño y alertar al resto de células de defensa.

"Buscar una vacuna universal supone una investigación muy cara. Primero se debe reconocer qué parte del virus es estable y luego hacer que esa parte pueda ser reconocible por el sistema inmune una vez que ingrese al organismo", indica la infectóloga.

Se trata de un esfuerzo continuo y, además, que es llevado a cabo por muchos laboratorios. "Apunta a segmentos del virus que éste no puede modificar, segmentos que se estén conservados en las distintas cepas para que cuando se presenten al sistema inmune, éste los reconozca y no los olvide", insiste el investigador del IMII.

¿Tres o cuatro cepas?

Los casi cinco millones de vacunas que compró el Ministerio de Salud para vacunar a la población con más riesgo del país (niños desde los seis meses hasta los cinco años, embarazadas de más de 13 semanas, adultos mayores, enfermos crónicos y profesionales de la salud) durante este invierno, protegen contra las tres cepas que se estima serán más prevalentes. En el sistema privado, el resto de la población puede adquirir vacunas trivalentes o tetravalentes que además de tres cepas añade una más de virus influenza tipo B.

"Nunca se sabe cuál será finalmente el virus prevalente, puede estar entre los tres que tienen las vacunas, pero también puede ser otro que no está incluido. La trivalente y la tetravalente están recomendadas y son válidas. La recomendación es vacunarse", añade González.