El Barcelona presiona al Sevilla y sus hinchas, a Valverde por Arturo Vidal

Vidal

El Rey jugó durante 70 minutos en el 2-0 del equipo culé ante el Submarino Amarillo.



Barcelona 1 Villarreal 0

Barcelona: M. ter Stegen; N. Semedo, G. Piqué, C. Lenglet, J. Alba; I. Rakitic, S. Busquets, A. Vidal (70', C. Aleña); O. Dembélé, L. Messi, P. Coutinho (80', Malcom).

DT: E. Valverde

Villarreal: S. Asenjo; M. Gaspar, A. González, V. Ruiz, A. Pedraza; M. Trigueros (67', C. Bacca), S. Cáseres, S. Cazorla; S. Chukwueze, G. Moreno (79', K. T. Ekambi), P. Fornals.

DT: J. Calleja

Goles: 1-0, 35', Piqué, cabezazo tras centro de Dembélé desde la derecha; 2-0, 87', Aleña, tras notable asistencia de Messi

Estadio: Camp Nou, de Barcelona. Dirigió José Luis Munuera. Amonestó a Lenglet, Jordi Alba en el Barcelona y a Ruiz, González en el Villarrel

El Barcelona tuvo que bregar mucho más de lo que tenía previsto para doblegar al Villarreal en el Camp Nou. El Submarino Amarillo le planteó un cerco defensivo virtualmente impenetrable al equipo de Ernesto Valverde. Durante casi todo el partido. La ventaja de los azulgrana es que, cuando no tiene argumentos colectivos, aparece el aporte individual. Que puede venir desde cualquier jugador.

El cabezazo de Gerard Piqué, en los 35', tras un envío desde la derecha de Ousmane Dembélé, el jugador más destacado del partido, les brindó tranquilidad a los dirigidos de Valverde, quienes buscaban meterle presión al Sevilla en la disputa por la punta de la tabla. Hasta ahí, el equipo de Javier Calleja planteaba una ordenada resistencia defensiva, que se hacía impenetrable, pese a los intentos del francés y al despliegue de Vidal, quien arrancó como volante izquierdo, pero durante largo rato se transformó en un segundo delantero para suplir la ausencia de Suárez.

El Rey, sin brillar, como a mediados de semana, jugó un partido correcto. Casi convirtió un gol, que evitó brillantemente el portero Asenjo. Volvió a convencer a los hinchas. Al punto de que, cuando fue reemplazado por Carles Aleña, a veinte minutos del final, los fanáticos blaugranas reprobaron con pifias la decisión de Ernesto Valverde.

El técnico, en todo caso, pudo devolver los reproches con una sonrisita burlona. El mismo Aleña se encargó de cerrar la victoria, con un toque de clase ante una notable habilitación de Messi. Y de encaramar al Barça a la cima de la tabla, al menos hasta que se conociera el resultado de los andaluces.

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