Eugenio Mena: "No hablé nunca con Rueda; nunca me llamó"

Eugenio Mena

Dueño del lateral izquierdo de la Selección junto a Beausejour en la era Sampaoli y Pizzi, su nombre ha desaparecido de la nómina con la llegada del técnico colombiano. Sin embargo, es una de las figuras del sorprendente Racing de Avellaneda que comanda la liga argentina.



Pasa en la selección nacional y sucede en los equipos de la flamante Superliga. Resulta una problemática sin solución desde hace rato en el fútbol argentino tan loco como intenso: no surgen marcadores laterales diferentes, que rompan el molde de su función primaria defensiva, con atrevimiento para dejar también huellas en ofensiva. Entonces, de repente, en medio de esa dulce invasión de jugadores chilenos, desembarca Eugenio Mena (30 años) en Racing con sus rasgos tan distintivos, con esas virtudes que en Argentina escasean, y bien rápido cautiva, tanto que apenas con sus primeras exposiciones logra que la mayoría coincida en que fue un error de Eduardo Coudet no hacerle un lugar en la lista de esa Copa Libertadores que todavía duele por la eliminación con paliza sufrida ante River.

Sin embargo, Racing va con todo por el torneo local. Ahí sí Mena es el titular. Y nadie lo discute. El lateral olvidado por Rueda aprovecha y disfruta este arranque de aventura más que positivo. "Estoy cómodo, contento por el recibimiento de los compañeros, del cuerpo técnico y también de la gente. Los hinchas me han dado una gran bienvenida y yo desde el primer instante he tratado de corresponder, tanto en los entrenamientos como en la cancha. En pocos días uno se da cuenta de la pasión que tienen los argentinos por el fútbol", le cuenta Mena a La Tercera y se abre a una charla amplia en todos los sentidos.

¿Era un sueño Argentina?

Siempre quise jugar en Argentina, es un mercado seductor. Es un fútbol que se sigue mucho en Chile. Cuando llegó la posibilidad de venir a Racing no lo dudé y fui a hablar con los dirigentes de Bahía de Brasil para que me dejaran venir. Para mí es un desafío llegar a Racing y una posibilidad enorme para crecer como futbolista. Por suerte en Brasil entendieron mis ganas y se pudo dar el pase. Ahora espero lograr cosas importantes.

¿Estar cerca de Chile influyó para que viniera a Racing?

No tanto, aunque suma. Hace cinco años que estoy afuera del país y siempre se extraña. Pero el desafío más grande es probar que puedo jugar en Argentina. Además quería vivir de cerca esta pasión por el fútbol que a los argentinos los hace distintos en el mundo.

¿Alguna vez había estado cerca de llegar al fútbol argentino?

Tuve varias opciones, sondeos, pero no se dio. En su momento hubo algo firme de Boca. Me pone feliz que mi nombre suene en equipos grandes de Argentina, es un mimo, significa que estoy haciendo bien las cosas y que he dado el máximo en cada uno de los lugares en los que jugué.

Los chilenos están copando la liga argentina.

Se está armando algo lindo entre los compatriotas en Argentina. Con el Chelo Díaz nos conocemos bastante, hemos compartido vestuario en la U y en la Selección. Es importante contar con alguien así, especialmente en los primeros días: uno tiene en quien apoyarse hasta entrar en el grupo. Igual, los jugadores estamos acostumbrados a este tipo de cambios. Y acá nos recibieron bárbaro. Los jugadores argentinos integran rápido.

¿Se reúne con los chilenos de los otros equipos?

Por ahora nos estamos acomodando todos, tratando de definir el tema de la vivienda y el colegio de los chicos. Pero estamos en contacto permanente. Con el Gatito Silva ya nos cargamos por el clásico Racing-Independiente. Estoy muy contento por su presente. Y como chileno es un orgullo que me represente. Es un futbolista de nivel mundial y lo demostró en pocos partidos. Al Tucu Hernández lo conozco de la Selección. Somos muchos los que estamos en Argentina. Supongo que quiere decir que los futbolistas chilenos estamos vigentes.

¿Existe alguna explicación para esta especie de "boom" de jugadores chilenos en Argentina?

No creo que haya una única razón. Algo que nos juega a favor es el conocimiento que tienen de nosotros. Pudimos lograr cosas importantes con la Selección, dejamos una huella. Supongo que entienden que podemos encajar en la intensidad del fútbol argentino por lo que hemos realizado, especialmente con Sampaoli como entrenador.

¿Cómo define al fútbol argentino?

Desde afuera se ve un fútbol de mucha agresividad, intenso. Y desde adentro de la cancha es lo mismo. O incluso más. Acá se va a todas las pelotas como si fuese la última, se mete, se deja la piel. Y eso me encanta. Soy un jugador que no le mezquina a todas esas cosas y ojalá me juegue a favor para que la adaptación no sea larga y complicada. Después, las cosas resuenan mucho más acá que en otros lados. La repercusión que tuvo nuestra eliminación ante River fue enorme y eso es un poco diferente al fútbol de otros lugares. Como grupo estábamos esperanzados con ganar la Libertadores. Era el objetivo que nos habíamos trazado. Nos dolió y aún nos duele, y eso describe la personalidad del plantel. El día posterior fue duro, pero nos propusimos sacarlo adelante con trabajo y carácter. Por suerte tuvimos revancha rápido y quedamos como punteros del torneo, que no es poca cosa.

¿Qué diferencias hay con el juego que se practica en las ligas chilena y brasileña?

En Chile se juega con más pausa, es un fútbol tranquilo, no hay tanta intensidad para recuperar le pelota; es más libre y menos agresivo. En Brasil es más táctico, con muchos jugadores habilidosos que apuestan al mano a mano. A los brasileños les gusta la gambeta y trabajan para potenciar ese rasgo. Y acá en Argentina es lo que decía antes: pura intensidad, se vive a full. Es un cambio que me encanta, que creo estaba necesitando para mi carrera. Por ahora el cuerpo no sufre el desgaste.

¿Le dolió no jugar contra River esa serie de octavos de la Libertadores?

Me hubiese gustado estar, pero quedé afuera de la lista porque el entrenador así lo dispuso y un poco porque llegué sobre la hora. A los jugadores nos gusta estar adentro, ser partícipes. No conozco a ninguno que prefiera ser suplente.

¿Fue justa la eliminación?

Son partidos a todo o nada, lindos y complejos a la vez. Cualquiera podía pasar, por eso nos pegó fuerte la eliminación. River es un gran equipo, pero nosotros nos quedamos con la sensación de que podríamos haber dado un poquito más, de ir a buscar un poco más el resultado.

El capitán Lisandro López dijo que nos les queda otra que ser campeones del torneo local. ¿Coincide o exageró?

Escuché a Licha y estoy de acuerdo con él: apuntamos a ser campeones. No queda otra. No nos sirve quedar segundos y estar contentos por el ingreso a la próxima copa y esas cosas. Ser campeones es lo único que nos queda.

¿Cuáles serán los rivales con los que tendrán que pelear por el título local?

Boca siempre es candidato por la jerarquía que tiene y por historia. Lo mismo River, más allá de que no arrancó bien. Pero la verdad es que solo me importa Racing. Repito: somos fuertes candidatos a ser campeones porque es algo que está en nuestra cabeza y algo que nos repetimos todos los días. Nos propusimos ser campeones luego de la eliminación contra River. Vamos a dar todo para lograrlo.

Desde afuera se percibe que el Mundo Racing en dos partidos se enamoró del juego de Marcelo Díaz. ¿Desde adentro siente lo mismo?

Del Chelo solo puedo decir cosas buenas. Se destacó en las mejores ligas del mundo. Me parece un crack. Es un futbolista decisivo en todos los equipos que juega por su categoría. Es el encargado de marcar el camino desde la salida y tiene la capacidad de contagiar a sus compañeros. Se lo ve jugar tan simple que uno lo quiere copiar.

¿Ya se animaron a cargar a los compañeros argentinos con las dos finales de Copa América que ustedes les ganaron con Chile?

Apenas, porque todavía no tenemos la confianza suficiente. Igual estamos esperando el momento, jajaja. Con el Chelo de tanto en tanto nos acordamos, revivimos los torneos. Fueron alegrías muy grandes. Quedamos en la historia de nuestro país y eso es un orgullo. Además le ganamos a la Argentina de Messi. Es mucho. Tal vez eso también influyó para que se genere tanta locura en nuestro país. Los argentinos viven el fútbol con tanta pasión que contagian.

En Argentina se dice que Chile ganó bien la Copa América de su país, pero que fue inmerecida la de Estados Unidos. ¿Coincide?

No, para nada. Ambas copas fueron merecidas, fuimos justos campeones. Nadie lo puede discutir. No sé si jugamos mejor en las dos, pero sí estábamos muy enfocados. Disputamos las dos finales mentalizados. Entramos pensando que las íbamos a ganar y las ganamos. Fue hermoso.

Fue dirigido por Bielsa, Sampaoli, Pizzi y Borghi. ¿Cómo definiría a cada uno?

Bielsa fue el primero que apostó por mí en la Selección y lo hizo cuando yo era joven. Ni siquiera era titular en la U y me convocó. Marcelo es un ser muy especial. No teníamos tanta relación en el día a día, era reservado. Pero llegaba al entrenamiento y se encendía. Es un tipo cien por ciento fútbol. Empezaba la práctica y no te daba opción para fallar. Es un técnico que busca la perfección en todo y alguien que no negocia ni un minuto de un entrenamiento. Eso me sirvió de escuela. Jorge tiene una búsqueda similar, aunque es más cercano desde lo afectivo. Solo tengo palabras de agradecimiento para con él. Con Sampaoli logré mi mejor nivel en la U, me pude consolidar como futbolista y empecé a edificar mi carrera. Siempre me consideró para la Selección y me permitió jugar un Mundial. Me comunico bastante seguido con él, a tal punto de que fue uno de los que me convenció para venir a Racing. Me dijo que tenía que venir sí o sí porque era un lugar ideal para mí. Con Borghi y Pizzi tuve menos relación porque jugué menos. Son técnicos de los que he aprendido igual. Son muy distintos a Bielsa y a Sampaoli, que promueven un fútbol de intensidad, que a mí me gusta más. Tanto Borghi como Pizzi piensan en la posesión del balón, en un juego más paciente.

¿La U de Sampaoli fue el mejor equipo que integró?

Por lejos. Además ahí alcancé mi mejor nivel. Era un equipo que volaba; se disfrutaban mucho los partidos y también los entrenamientos por el grupo humano que se había armado. Tuvimos la suerte de quedar en la historia del club con la Copa Sudamericana 2011. Nos quedó la espina en la Libertadores que perdimos con Boca en semifinales. Entrábamos a la cancha sabiendo que íbamos a ganar. Nunca más me pasó de tener esa sensación. Todo lo que se trabajaba en la semana salía de memoria en los partidos. Muchos de ese plantel después jugamos en la Selección, lo que evidencia la jerarquía de aquel grupo.

La sensación es que Rueda apuesta a la renovación en Chile y evita la citación de jugadores de 30 años o más. ¿Siente que la Selección ya es una etapa cerrada para usted, que ya llegó a los 30?

No.

¿Lo dice porque ya tuvo algún guiño de Rueda?

No, no hablé nunca con él. Por supuesto que es un entrenador reconocido, de gran experiencia. Pero nunca me llamó.

¿Cuáles son sus expectativas con la Selección?

Yo apunto a estar en la Copa América de Brasil. Tenemos que defender el título. Mi mente está puesta en romperla acá. Sé que si hago las cosas bien en Racing, las puertas de la Selección se van a abrir.

Hace unos días comparó a Vidal con Centurión, quien suele reiterarse en problemas disciplinarios.

Sí, los comparé, pero no como jugadores, porque en ese sentido son distintos. Pienso que a Centurión hay que cuidarlo porque vende y la prensa lo va a estar esperando. Se tiene que cuidar, es cierto, pero todos debemos acompañarlo porque no es fácil estar en su lugar. Eso mismo le pasaba a Arturo y por eso los comparé. Son futbolistas que se destacan, que llaman la atención y siempre son esperados para criticarlos.

Se nota su identificación con Sampaoli. ¿La idea ofensiva de Coudet, su técnico en Racing, lo atrapa?

Sí, una de las cosas que más me sedujo de Racing fue la filosofía del Chacho. Busca la superioridad numérica, insiste en que hay que correr, presionar, estar encima del rival. Después, cuando pasamos al ataque, nos pide que seamos un delantero más, nos da libertades. Es ambiciosa la propuesta. Tiene un mensaje con el que me siento identificado. Hace unos meses, hablé con Sampaoli y me dijo que viniera a Racing sí o sí, que era un equipo ideal para mis características y por lo que son los hinchas. Y tenía razón.

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