La quiniela de las oncenas: el currículo desnivela en favor de la Roja

La experiencia, traducida en jerarquía, le da ventaja al equipo de Reinaldo Rueda en la comparación previa al choque frente a Venezuela. Sin embargo, el ejercicio también denota el progreso sostenido de la nueva generación llanera.



Chile enfrenta esta tarde su cuarto encuentro en las Eliminatorias. Visita un terreno históricamente fértil. Casi siempre que visitó Venezuela, la Roja ha logrado triunfos. La única excepción fue en el inicio del camino hacia Francia 1998. Esa vez, el equipo que dirigía Xabier Azkargorta solo pudo igualar ante la Vinotinto. El resultado le costó el puesto al entrenador español, lo que derivó en la llegada de Nelson Acosta a la banca Nacional. El proceso terminó exitosamente, pues Chile volvió a un Mundial después de 16 años de ausencia.

El equipo de Reinaldo Rueda, envalentonado por el triunfo sobre Perú, está obligado a imponer la tradición, que indica que el regreso desde tierras caribeñas se realiza, normalmente, con los tres puntos en el bolsillo. La Roja también tiene a su favor la experiencia de referentes habituados a la más alta exigencia, matizada por jugadores que pretenden tomar el relevo. Eso sí, chocará con un combinado que ha ido progresando sostenidamente en los últimos años y cuya fórmula se basa en la mejor producción masiva de futbolistas que registran los llaneros, aquella que consiguió el segundo puesto en el Mundial Sub 20 de Corea del Sur, un subcampeonato que en las tierras caribeñas se celebró como un título.

De ese grupo, que estaba a cargo de Rafael Dudamel, el flamante técnico de Universidad de Chile, hubo varios que dieron el gran salto. El arquero Wuilker Faríñez pasó por el fútbol colombiano, donde defendió a Millonarios y ahora juega en Francia, en el Lens. En tanto, Yeferson Soteldo, quien en Chile defendió a Huachipato y a la U, ahora destaca en el fútbol brasileño, donde luce la camiseta del Santos. En tanto, Yángel Herrera, quien llegaba a ese torneo con un contrato firmado con el Manchester City, ahora brilla en el Granada, hasta donde llegó cedido por los Citizens. En esa escuadra española es compañero de otro de los elementos destacados, aunque de una camada anterior, de la escuadra que dirige José Peseiro: el extremo izquierdo Pablo Machís.

Wuilker Fariñez - Claudio Bravo: El venezolano es considerado uno de los arqueros más promisorios de Sudamérica. Desde su irrupción en Caracas hasta su paso por Millonarios de Colombia, mostró una agilidad que le permitía disimular una estatura baja para el puesto: 1,75 metros. Es rápido de reacciones, aunque paga el costo de su baja envergadura en los balones aéreos, una materia que deberá corregir ahora que defiende al Lens, en la Ligue 1 francesa. Bravo, en cambio, es un arquero ya consolidado, con la trayectoria a la que, seguramente, aspira su rival en esta contienda. En el partido frente a Perú dejó muy en claro su importancia en la Roja.

Alexander González - Mauricio Isla: El llanero ha desarrollado su carrera en la segunda línea del fútbol europeo. Actualmente milita en el Dinamo de Bucarest, en Rumania. El Huaso, en cambio, conoció el primer nivel y volvió a un grande en Sudamérca. Currículos aparte, el chileno se transformó en uno de los hombres clave de la generación más exitosa del fútbol chileno. Al funcionamiento del equipo de Rueda le otorga, además de su oficio defensivo, un despliegue permanente al campo rival, un elemento clave para generar un mayor volumen de ataque.

Yordan Osorio - Paulo Díaz: El central de la Vinotinto tiene a su favor la experiencia que Díaz aún no puede sumar: el paso por Europa. El venezolano milita ahora en el Parma, de la Serie A. Antes estuvo en el fútbol portugués, con experiencias contradictorias, y llegó a Rusia a defender al Zenit. Con 1,86 metros de estatura, le aporta presencia a la última línea venezolana. Díaz, eso sí, ha demostrado que la responsabilidad de reemplazar a Gary Medel en la zaga nacional no le pesa.

Wilker Ángel - Guillermo Maripán: Un duelo de gigantes (1,89 metros el local y 1,93 el chileno) que se define por la mejor trayectoria que ha tenido el jugador formado en Universidad Católica, quien milita en el Monaco, de Francia, después de una destacada campaña en el fútbol español, donde defendió al Alavés. El venezolano juega en el Ahmakt Grozny, de la Liga Premier rusa. Ambos suelen transformarse en factores de riesgo en los balones detenidos ofensivos.

Luis Del Pino - Jean Beausejour: Duelo de compañeros de equipo. Ambos militan en Universidad de Chile. Bose dejó claro en el partido frente a Perú las razones que llevaron a Reinaldo Rueda a insistir en que reconsiderara la medida de retirarse de la Roja. Aportó despliegue y oficio en la banda izquierda. El venezolano, en tanto, lucha por encontrar regularidad en la U y por ganarse un puesto definitivamente en la Vinotinto. Su aporte ofensivo es menor que el de Palmatoria, aunque tiene más marca.

Junior Moreno - César Pinares: Ambos son zurdos y bregan por ganarse un puesto en sus respectivos combinados nacionales. Moreno, eso sí, es más importante para Venezuela que Pinares para la Roja. El llanero es un volante que no vacila si tiene que asumir tareas más relacionadas con la construcción de juego, una característica similar a las que luce la flamante contratación del Gremio de Brasil. Uno de los enfrentamientos más parejos del choque que se disputará esta tarde en Caracas.

Yángel Herrera - Erick Pulgar: Otro enfrentamiento parejo. El venezolano es uno de los jugadores más talentosos que ha producido ese país en su historia. Su gran campaña en la selección sub 20 que dirigía Dudamel llevó al Manchester City a acometer rápidamente su fichaje. Para llegar al nivel que requiere el equipo inglés, en todo, aún le falta. En el camino, jugó en el New York City, la filial norteamericana de los Citizens, y luego pasó al fútbol español. Primero estuvo en el Huesca y ahora es una pieza clave en el Granada. En justicia, hay que decir que Pulgar también destaca en una liga de alto nivel, pues es una pieza clave de la Fiorentina, en Italia.

Cristián Cásseres - Arturo Vidal: En este duelo, el Rey no admite discusión. Ni por nivel, ni por experiencia ni por actualidad. El Rey es el alma de la Selección y lo demostró marcando un golazo en el partido frente a Perú en el que, además, fue capitán. En cambio, El Novillo, a los 20 años, recién intenta hacer sus primeras armas en el fútbol internacional. Actualmente milita en el New York Red Bull, de la MLS estadounidense. Es considerado otra de las joyas del fútbol llanero, pero en esta comparación no tiene chance alguna.

Darwin Machís - Fabián Orellana: Duelo entre dos extremos que destacan en el fútbol español. Machís es una de las principales figuras de la selección venezolana. Habilidad, velocidad y buen disparo son alguna de las características que ofrece y que lo han llevado a destacar en el Granada, en España. Orellana, en todo caso, ofrece cualidades similares y una mayor experiencia al ataque del Valladolid. Se trata de un enfrentamiento que se define por un matiz, la actualidad, aunque más parece un empate técnico.

Salomón Rondón - Felipe Mora: La experiencia de Rondón supera por mucho a la de Mora. Envergadura, potencia, juego aéreo y gol son las características del actual jugador del Dalian Pro, en la Superliga china. En favor de Mora hay que consignar el buen rendimiento que mostró frente a Perú. Si bien no marcó, su aporte estuvo en la generación de espacios que aprovecharon sus compañeros. Se entregó al trabajo colectivo y dejó una buena imagen en un puesto en que hace rato la Roja no tiene un referente definitivo.

Yeferson Soteldo - Alexis Sánchez: El Niño Maravilla vuelve a la titularidad para demostrar su importancia en esta Selección. Más allá de los problemas físicos que ha mostrado en la última parte de su carrera, su presencia garantiza habilidad, calidad y jerarquía. Soteldo, en tanto, es un jugador al que Chile conoce bien. Irrumpió en Huachipato y cumplió una campaña oscilante en Universidad de Chile, aunque nadie puede dudar de su talento. Prueba de ello es que, después de salir de los laicos, se fue al Santos, de Brasil, donde se ha transformado en una pieza destacada. Un duelo de pura gambeta.

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