Un viaje inmaculado

La Roja juega obligada a mantener una marca histórica: no ha perdido nunca en Venezuela. Por Eliminatorias, solo empató en el 97 y le costó el puesto a Azkargorta. Con Alexis ya en el once titular, el equipo de Rueda tiene la misión de hacer valer la jerarquía y de recuperar los puntos perdidos de local ante Colombia.



Las estadísticas parecieran ser sagradas cuando se trata de las Eliminatorias de la Conmebol. Como si gozaran de un valor mayor o un peso distinto en esta parte del mundo. Como si tuvieran más trascendencia que el presente futbolístico. Por ejemplo, Chile nunca había perdido con Perú, en Santiago, y pese a las dudas que arrastraba el equipo de Reinaldo Rueda, supo imponerse con autoridad ante el buen elenco de Ricardo Gareca. Como si todo hubiese sido obra de los números.

En Sudamérica cuesta más romper la historia. Ese parece ser el caso. Algo similar le ocurre a la Roja en Venezuela, donde jamás ha caído. De hecho, el peor resultado obtenido por el conjunto nacional en tierras llaneras fue un empate 1-1, rumbo al Mundial de Francia 1998. Y se consideró un fracaso. Tanto, que acabó con el período de Xavier Azkargorta como seleccionador. De ahí en más solo hubo triunfos, abrazos y hasta goleadas.

Una visita inmaculada. Un territorio donde Chile se acostumbró a ganar, sin importar el calor, la lluvia, la humedad o la propia Vinotinto, una selección que ha crecido con el tiempo, futbolística y tácticamente. Un conjunto que ya no es la cenicienta que alguna vez fue, razón por la cual conseguir tres puntos en esa expedición se valora muchísimo más.

El técnico Reinaldo Rueda lo sabe. Por eso, su mensaje es claro: la Roja no se va a regalar en Caracas. Tomará recaudos, pero sin echarse atrás, sin renunciar al ataque. Al contrario. Estará al acecho, esperando el momento para pegar primero.

“Debe ser un partido ordenado, inteligente antes que todo, de gran orden, pero con esa vocación ofensiva que caracteriza a Chile, con esa situación de arriesgar, de buscar el arco rival, de controlar el partido con posesión de balón y que eso nos permita marcar”, señaló.

Está bien. El triunfo ante Perú fue positivo y revivió las confianzas, pero la tarea aún está inconclusa. ¿Por qué? Porque la Selección tiene que recuperar los puntos perdidos de local ante Colombia, en la segunda fecha. En ese contexto, es una obligación vencer al cuadro adiestrado por el portugués José Peseiro, que pese a perder por 1-0, en Brasil, dejó una buena imagen. O, al menos, mejor que la de las primeras jornadas, donde sumó dos derrotas.

Chile necesita volver a encaramarse en la tabla. Además, sus rivales directos ya han conseguido puntos como forastero. Es el turno de la Roja. Rueda aseguró que hoy definirá la formación titular, principalmente, por el estado de Erick Pulgar, quien salió resentido ante Perú. Lo va a esperar hasta última hora. Por su parte, Alexis Sánchez evoluciona bien y todo indica que será titular. El damnificado podría ser Jean Meneses, ya que Rei defendió la labor de Fabián Orellana.

El DT, que ayer admitió haberse equivocado al criticar al Inter de Milán, tiene una inquietud que va más allá de la formación o el planteamiento táctico: las amarillas. Arturo Vidal está a una amonestación de perderse el próximo partido ante Paraguay, en el Estadio Nacional, en marzo de 2021. Lo mismo ocurre con Paulo Díaz, Echeverría, Beausejour, Brayan Cortés y Baeza. “Ojalá que esto no influya en la parte síquica de los jugadores, en la fluidez del juego. Hay que jugar el partido sin pensar en el siguiente”, advirtió.

Chile vuelve a salir a escena, esta vez, en un territorio que le acomoda, donde no ha perdido nunca, en el que las estadísticas y la historia juegan a su favor. La Roja va por los seis puntos, los mismos que Pablo Milad le pidió a Rueda para seguir en carrera por Qatar 2022.

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