Manifiesto de Melyna Montes, el rostro de Bajos de Mena: "El micrófono es el cuarto poder"

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Me tomé una de las famosas casas Copeva. Llegar desde Parral a Santiago no fue fácil. Después de dormir en Plaza Italia y comer del basurero, vendimos agua y chocolate entre los autos con mi hija Francisca. Cuando estábamos en una plaza en Franklin, una amiga, Marisol, me llevó a Puente Alto. Rompió una ventana y me dijo "ya, esta va a ser tu casa".

Nunca muestran lo lindo de Bajos de Mena. Si hay balazos o algo peor, llegan los medios. Por eso, antes en Bajos de Mena Tevé y ahora en La Vitrina TV, transmitimos todo lo bueno que hacemos, porque acá hay mucha generosidad y organización entre los vecinos. De a poco queremos ir trayendo más cultura.

El micrófono es el cuarto poder. Cuando me convertí en reportera, comencé a notar que si te conocen, todo funciona más rápido. Eso fue lo que me gustó de las comunicaciones. Un día se le echó a perder el carrito de comida a una vecina, fui a la municipalidad y en la tarde lo solucionaron. Yo no lo podía creer; ahí pensé: "Esto lo tengo que saber utilizar".

Se produjo un quiebre en mi vida. Mi hermano mayor, mi alma, mis ojos, se suicidó. Ahí caí en las drogas. Robaba con pandillas de vecinos, probé la marihuana, la coca, las pastillas, todo. Vendí las cosas de mi casa y después solo había botellas y colillas de cigarros. Yo logré salir de eso y es fuerte, pero creo que es más trágico conocer las historias que hay detrás de cada delincuente, más que la misma droga.

Para una diabética, cuidarse es comer menos. Yo como de todo y la verdad no me cuido mucho, porque no tengo conciencia y amo la comida. Una vez me dieron pastillas para la ansiedad y me hicieron bien, pero costaban 30 mil pesos mensuales y no tengo para gastar en eso. Si tengo hambre, me como la pata de una mesa.

Me llegó una lacrimógena. Nos fuimos a manifestar acá cerca y comenzamos a transmitir en vivo para el canal. La marcha era pacífica, cantábamos y saltábamos. De repente, Carabineros me dispara directamente y yo solo estaba con un micrófono, no tenía palos ni piedras. La pierna me quedó toda morada.

Tengo aspiraciones de llegar a un cargo municipal. Para eso debo tener la enseñanza media completa. Ya hice tercero y este 2020 termino cuarto en el Colegio San Alfonso. Todo para ayudar a mi Bajos de Mena. Seguiría viviendo en este sector aunque fuera senadora o presidenta.

Me gustaría que me entierren aquí. Siempre se lo digo a mis hijos. Quiero una estatua más grande que la de Juan Pablo II y una calle que tenga mi nombre.

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